sábado, 20 de junio de 2020

Estado español: los rebrotes de COVID19 en mataderos sacan a relucir la precariedad laboral




Los últimos rebrotes de coronavirus han puesto el foco en los mataderos. El más reciente, en un matadero de Alemania, deja ya un balance de 650 positivos. España no se libra de estos focos. A finales de mayo, Lleida descartaba su pase a fase dos tras el aumento de los casos en varias industrias agroalimentarias. 

Las condiciones laborales que se dan en estos centros de trabajo los convierten en un caldo de cultivo perfecto para la propagación del virus. Las características atmosféricas para mantener la cadena de frío y las dificultades para garantizar el distanciamiento social en este tipo de producción son algunos de los factores que podrían estar detrás de los contagios.

Muchos de los trabajadores son inmigrantes 

Entre los empleados del sector, un gran porcentaje son inmigrantes. Llegan al país buscando trabajo y sin apenas recursos, circunstancias que les obligan a vivir en una situación de precariedad.

Los que más suerte corren cuentan con un piso patera donde compartir techo con más personas, pero muchos se ven abocados a buscar refugio en plena calle. Estas condiciones facilitan la propagación del virus más allá del puesto de trabajo.

En un matadero de Huesca, que en el mes de abril detectaba 225 contagios entre sus trabajadores, el 75 % de su plantilla son ciudadanos extranjeros. Hasta esta empresa, situada en Huesca pero a menos de 10 km de Lleida, van muchos trabajadores haciendo uso del autobús. Durante los primeros meses de la pandemia aquellos que se desplazaban hasta el matadero lo hacían sin ninguna medida de seguridad en el transporte y sin que éste fuese desinfectado. Los trabajadores de esta empresa acusaban la falta de equipos EPIS suficientes, así como los casos de contagios que habían sido despedidos. Muchos habían seguido trabajando, a pesar de tener síntomas, por miedo a quedarse sin trabajo y habían acabado contagiando a su familia o al resto de personas con las que convivían bajo el mismo techo.

Casos como el de este matadero han puesto de manifiesto las condiciones laborales que se dan en algunas empresas de este sector. Largas jornadas laborales, sobrecarga de trabajo y subcontrataciones que vienen denunciando desde hace tiempo desde el ámbito sindical.

Dificultades para mantener la distancia entre trabajadores

En los mataderos, los empleados no solo coinciden durante la cadena de producción, lo hacen también en espacios como el comedor o los vestuarios. La gran aglomeración de personal requiere extremar las medidas de protección.

Desde hace meses, viene quedando demostrado que la precariedad laboral agudiza el coronavirus. Aunque la pandemia no entienda de clases sociales, sus efectos si se están dejando sentir de manera muy diferente. Los sindicatos reclaman vigilar las condiciones laborales que se producen en el sector e instan a que se realicen mayores inspecciones de trabajo para vigilar que no se repitan contagios que, dadas las circunstancias vitales de muchos trabajadores, se expanden con facilidad más allá del entorno laboral.