Una declaración emitida por la secretaría de la Federación Anarcosindicalista de Bangladesh (BASF, sección de la Asociación Internacional de Trabajadores) el pasado 23 de junio, informa que muchas empresas y compañías en el país condenaron a sus trabajadores a condiciones de vida insoportables e inhumanas en la epidemia del COVID19. La disminución en el número de pedidos de empresas textiles europeas y norteamericanas ha provocado una gran ola de despidos en muchas empresas.
Según las estadísticas, solo desde el 8 de junio se registraron 16589 despidos en Dhaka, Narayanganja, Gazipur y Chittagong. De hecho, esta cifra es mucho mayor. ¡Otro estudio muestra que 38 millones de personas perdieron sus empleos debido a la epidemia!
La Secretaría de BASF señala que los empresarios realizarán despidos de manera arbitraria e ilegal, sin observar ninguna norma o regulación y sin pagar una compensación justa. Por un lado, hay una reducción en los empleos. Por otro lado, los trabajadores pierden su sustento debido a los despidos, no tienen nada de qué vivir y están condenados al hambre.
El Gobierno de Bangladesh ha anunciado un paquete de medidas para restaurar la economía y, si se implementa, no debería haber despidos. BASF declara que el gobierno es responsable de la correcta implementación de este plan. Debe actuar más estrictamente para que la aplicación de las medidas planificadas realmente contribuya a un cambio en el curso económico, y no a la promoción de la corrupción, el "amiguismo" y el nepotismo.
El sindicato exige a las autoridades que al restaurar la economía del país, detengan los despidos y traten a los trabajadores de manera humana.
