El 4 de septiembre de 2009 el Tribunal local de Belgrado decidía que los miembros de la ASI detenidos serían retenidos durante 30 días. Nuestros compañeros están acusados de un acto de terrorismo internacional.
La Confederación de Sindicatos "Iniciativa Anarco-sindicalista" se enteró a través de los medios de comunicación del ataque a la embajada griega y de la organización que lo asumió.
Aprovechamos esta oportunidad para recordar una vez más a la opinión pública que estos métodos de lucha política individual no son los del anarco-sindicalismo, más bien al contrario: nosotros proclamamos públicamente nuestras posiciones políticas y buscamos atraer a las masas al movimiento sindicalista y a las organizaciones libertarias y progresistas mediante nuestro trabajo.
El Estado, queriendo acallar sus críticas y a través de sus medios de represión, actúa con una lógica absurda, cataloga como sospechosos a quienes declaran explícitamente sus puntos de vista libertarios y cierra el caso mediante su encarcelamiento para dar una falsa imagen de eficiencia a la opinión pública.
Pueden observarse las formas poco escrupulosas de actuar de las instituciones del régimen desde los primeros momentos de la detención, los registros ilegales de sus apartamentos, la intimidación a sus familias y las acusaciones desproporcionadas de terrorismo internacional.
Dado el hecho de que no apoyamos las acciones del ahora famoso grupo anarquista “Crni Ilija”, no podemos caracterizar lo sucedido como "terrorismo internacional" ya que el terrorismo, por definición, entraña una amenaza contra la vida de civiles, mientras que en este caso nadie resultó ni siquiera herido y sólo se produjeron daños simbólicos.
Está claro que esta farsa elaborada por el Estado es sólo un modo de intimidar a cualquiera que decida señalar la injusticia y desesperanza de la sociedad contemporánea.
En tiempos de adormecimiento social hay individuos que optan por las acciones más increibles, a veces autodestructivas, para romper con el bloqueo mediático y poner sus demandas en el centro de atención (recordemos a los trabajadores que se cortaron y comieron sus propios dedos o, por ejemplo, al hombre desgraciado y afiligido que amenazó con hacer estallar una granada en el edificio de la Presidencia de Serbia), es decir, tratando de que un amplio sector social conozca sus problemas.
No dejemos que nos convenzan de que un acto simbólico de solidaridad, aun expresado de modo erróneo, pueda ser tratado como un acto antisocial o terrorista, junto a cualquier otro acto de rebelión de quienes han sido desposeidos de derechos.
Expresamos nuestra solidaridad con los compañeros detenidos y sus familias y pedimos que se establezca la verdad sobre este caso.
La Confederación de Sindicatos "Iniciativa Anarco-sindicalista" se enteró a través de los medios de comunicación del ataque a la embajada griega y de la organización que lo asumió.
Aprovechamos esta oportunidad para recordar una vez más a la opinión pública que estos métodos de lucha política individual no son los del anarco-sindicalismo, más bien al contrario: nosotros proclamamos públicamente nuestras posiciones políticas y buscamos atraer a las masas al movimiento sindicalista y a las organizaciones libertarias y progresistas mediante nuestro trabajo.
El Estado, queriendo acallar sus críticas y a través de sus medios de represión, actúa con una lógica absurda, cataloga como sospechosos a quienes declaran explícitamente sus puntos de vista libertarios y cierra el caso mediante su encarcelamiento para dar una falsa imagen de eficiencia a la opinión pública.
Pueden observarse las formas poco escrupulosas de actuar de las instituciones del régimen desde los primeros momentos de la detención, los registros ilegales de sus apartamentos, la intimidación a sus familias y las acusaciones desproporcionadas de terrorismo internacional.
Dado el hecho de que no apoyamos las acciones del ahora famoso grupo anarquista “Crni Ilija”, no podemos caracterizar lo sucedido como "terrorismo internacional" ya que el terrorismo, por definición, entraña una amenaza contra la vida de civiles, mientras que en este caso nadie resultó ni siquiera herido y sólo se produjeron daños simbólicos.
Está claro que esta farsa elaborada por el Estado es sólo un modo de intimidar a cualquiera que decida señalar la injusticia y desesperanza de la sociedad contemporánea.
En tiempos de adormecimiento social hay individuos que optan por las acciones más increibles, a veces autodestructivas, para romper con el bloqueo mediático y poner sus demandas en el centro de atención (recordemos a los trabajadores que se cortaron y comieron sus propios dedos o, por ejemplo, al hombre desgraciado y afiligido que amenazó con hacer estallar una granada en el edificio de la Presidencia de Serbia), es decir, tratando de que un amplio sector social conozca sus problemas.
No dejemos que nos convenzan de que un acto simbólico de solidaridad, aun expresado de modo erróneo, pueda ser tratado como un acto antisocial o terrorista, junto a cualquier otro acto de rebelión de quienes han sido desposeidos de derechos.
Expresamos nuestra solidaridad con los compañeros detenidos y sus familias y pedimos que se establezca la verdad sobre este caso.
¡LIBERTAD PARA LOS ANARCOSINDICALISTAS!
INICIATIVA ANARCOSINDICALISTA
INICIATIVA ANARCOSINDICALISTA