sábado, 12 de septiembre de 2009

Hipocresía y negocio con la prostitución


Chicas chinas. 18 años. Muy dulces. Griego. También domicilio y hotel". Por cada anuncio de este tipo, con foto de una chica muy joven incluida, el periódico nacional de mayor tirada se embolsa más de 100 euros. En total, son 15.000 euros al día que proceden directamente de las mafias que explotan a las mujeres, según denuncian las ONG y asociaciones que trabajan por los derechos de las prostitutas.

El negocio de la prostitución mueve en España 18.000 millones de euros anuales

El mismo diario, unas cuantas páginas por delante de su sección de relax, denuncia en una información, con foto de una meretriz incluida, el "trato inhumano" que recibían las prostitutas en unos burdeles catalanes.

Es "la cara hipócrita" de la gran mayoría de periódicos en España respecto a la prostitución. Por un lado, diarios como El País ingresan al año más de cinco millones de euros por los anuncios de contactos; por otro, en sus páginas critican la explotación sexual de las mujeres. "Ningún medio que se proclame defensor de los derechos humanos puede publicar este tipo de anuncios y, si lo hace, se convierte directamente en cómplice de esta forma de esclavitud".

En total, el negocio de la prostitución mueve en España 18.000 millones de euros anuales, teniendo en cuenta sólo el pago de dinero a cambio de prestaciones sexuales, según el informe Los amos de la prostitución en España, del periodista Joan Cantarero.

Igualdad aún no ha empezado a controlar quién está tras los anuncios

A esta suma habría que añadirle el movimiento de capital que legalmente generan estos negocios, donde estaría incluido el gasto en anuncios de contactos.

El 13 de marzo de 2007, una comisión parlamentaria calculó en 40 millones de euros anuales el dinero que ganaban en total los periódicos españoles con este tipo de anuncios. El País se embolsa cinco millones al año, ligeramente por encima de lo que ingresa El Mundo, y las cabeceras del grupo Vocento (editor de Abc, donde se publica el suplemento religioso Alfa y Omega) se reparten diez millones.

Una cifra a la que ninguno de los periódicos nacionales y locales está dispuesto a renunciar y menos, según argumentan, en plena crisis económica.