viernes, 16 de octubre de 2009

Hambre


El mundo cada vez pasa más hambre. La crisis mundial y el cambio climático han aumentado en 100 millones de personas el número de hambrientos en el mundo. "Cuando se anunciaron los Objetivos del Milenio, en el año 2000, había 800 millones de personas que cada noche se iban a la cama con hambre. Hoy hay 900 millones", anuncia Concern Worldwide Kenia, una de las organizaciones que ha participado en la elaboración del informe anual. El documento, presentado este miércoles en África, Estados Unidos y Europa de forma simultánea, indica que 29 países en todo el mundo se encuentran en una situación "alarmante o extremadamente alarmante". Además, hasta 13 países han visto cómo han aumentado sus niveles de hambruna desde 1990, año en que empezó a publicarse el índice. Las estadísticas muestran que la República Democrática del Congo (RDC) es el país donde más hambre se pasa del mundo. A éste le siguen Burundi, Eritrea, Sierra Leona, Chad y Etiopía. Además del cambio climático y de la crisis, los conflictos civiles en estos países han ayudado a incrementar los niveles de inseguridad alimentaria.
La crisis económica mundial y el cambio climático —en especial las sequías, cada vez más frecuentes— han motivado que los países más pobres se hayan visto especialmente afectados por la falta de comida. La crisis ha reducido de forma significativa el poder adquisitivo de la gente y ha mermado las posibilidades de empleo de los pobres, que gastan el 70% de sus ingresos en comida. Entretanto, los precios de los alimentos están muy por encima de los registrados hace unos años. Como ejemplo, baste observar el precio del maíz en Kenia, un alimento fundamental en la dieta africana, cuyo precio se ha encarecido un 100% en tan sólo un año. El informe —presentado dos días antes del Día Mundial de la Comida, el 16 de octubre— muestra que el progreso en reducir el hambre mundial es "lento" y que desde 1990 sólo se ha reducido un 25%. La mayor parte de las mejoras se han registrado en el Sureste Asiático, Caribe y Latinoamérica, regiones que han visto cómo sus niveles de hambruna se han reducido un 40% en las dos últimas décadas. África subsahariana sigue siendo, sin embargo, la zona más afectada del mundo, con sólo una reducción del 13% en los últimos 20 años. África también ostenta el dudoso honor de tener el mayor índice de personas malnutridas (76% y 68% en RDC y Eritrea, respectivamente) y el mayor índice de mortalidad infantil (26% en Sierra Leona). El informe indica que la hambruna va unida en la mayor parte de los casos a las desigualdades de género, siendo las mujeres las que más hambre pasan. Para combatir el hambre entre las féminas, el estudio recomienda a los países llevar a cabo reformas legales, sobre todo de la tierra y permitir a las mujeres tener derechos de propiedad y de herencia de la tierra, algo muy poco habitual en África.