El pasado 17 de octubre el sindicato de Vigo, realizó un acto de homenaje a nueve fusilados en la parroquia de Baredo, perteneciente al ayuntamiento pontevedrés de Baiona (Galicia), sito en la comarca del "Val Miñor". Os trascribimos a continuación el texto leído:
A LOS NUEVE DE BAREDO
Desde la organización anarcosindicalista Confederación Nacional del Trabajo (CNT), queremos y debemos participar por obligación moral e histórica en la recuperación de la memoria de los nueve fusilados el 15 de octubre de 1936 en Baredo (Baiona), en este lugar ya conocido como “A Volta dos Nove”.
Y queremos salir al paso, pues desde que se inauguró este monumento en recuerdo “dos nove de Baredo” en el año 2005, todavía nadie quiere contar la historia con nombres y apellidos. Desde la CNT, organización que posiblemente con más saña que ninguna otra, sufrió una represión atroz en sus filas durante la Guerra Civil y el régimen fascista posterior, no podemos asistir atónitos a como desde algunas asociaciones integradas por miembros de partidos políticos, vacían de contenido ideológico e histórico la recuperación de la memoria, para capitalizarla e instrumentalizarla posiblemente con objetivos personales y electoralistas.
Es cierto que en estos momentos, en los actos de recuperación de la memoria histórica, se encuentran dos intereses que no deben considerarse contrapuestos: por un lado, los familiares que buscan rescatar unos restos mortuorios, así como realzar la memoria de un padre, compañero, hermano... que no pudieron hacer en otros tiempos; y por otro, los “familiares políticos”, que pretendemos rescatar nuestra memoria social, una explicación histórica de lo ocurrido. Nosotros no pretendemos suplantar la memoria de los familiares, ni tampoco darle menor entidad a ésta, pues muchas veces, como en este caso, son las familias las que rescatan del silencio impuesto, incluso por esta democracia, unos hechos que nos permiten conocer mejor la historia de nuestras organizaciones.
Consideramos que la recuperación de la memoria histórica no puede reducirse a una recuperación de huesos o apodos, pues los motivos por los que fueron asesinados por el régimen fascista de Franco, no fueron motivos costumbristas o sin motivo aparente, sino que fueron asesinados por su actividad sindical y/o política, y precisamente para acabar con esas luchas sociales, el llamado “bando nacional” durante la Guerra Civil acometió un plan de exterminio de las organizaciones obreras de este país, que continuó durante sus 40 años de dictadura.
Esto se desprende de los listados que obran en estos momentos a cerca de la extracción social de los represaliados de la Guerra Civil y durante la dictadura posterior en Galicia: no se trataban en su mayoría de altos cargos de la administración, ni de empresarios, ni de profesionales de la política… sino que la mayoría de los represaliados eran campesinos, marineros, zapateros, mecánicos... compañeros que militaban todos ellos en las organizaciones y sociedades obreras y que poco pintaban en las instituciones republicanas.
En estos momentos podemos acreditar que la mayoría de esos nueve fusilados del Val Miñor pertenecían a los sindicatos de la CNT en la comarca. Concretamente pertenecían al Sindicato de Industrias Pesqueras “El Despertar del Valle” de Panxón, y el Sindicato de Marineros de Baiona. Estos sindicatos estaban adheridos a la poderosa Federación Regional de Industria Pesquera de la CNT de Galicia, que tenía en Julio de 1936, 18.000 afiliados, según los estudios del historiador Dionisio Pereira.
Para que os hagais una idea de la lucha de estos hombres de aquella época, en el año 1933 aparece en el periódico de tirada nacional, CNT, un artículo que se hace eco de los sucesos de la huelga convocada por estos dos sindicatos marineros en la comarca del Val Miñor. A raíz de la explosión de varios petardos, son detenidos y enviados a prisión 9 marineros de Panxón. ¿Qué casualidad, también eran 9?
Estos “nove de Baredo”, por tanto, no constituyen una excepción al resto de los represaliados durante la Guerra Civil. Son señalados por las fuerzas vivas de la comarca y sus lacayos, para posteriormente ser detenidos y fusilados.
Pero lo que sí constituye ese fusilamiento un acto más aberrante si cabe que otros fusilamientos, es el desencadenante del mismo, que tiene su origen en lo ocurrido en la detención por parte de los falangistas y la Guardia Civil de los hermanos Pérez Luis, afiliados a la Sociedad Obrera de Sabarís en Gondomar, siendo uno de ellos el militante más destacado de dicha sociedad obrera, afiliado a la CNT, conocedor del idioma internacional esperanto y asiduo columnista en el periódico anarcosindicalista “Solidaridad Obrera” de Galicia. El otro hermano pertenecía al PSOE.
El intento de detención provocó la muerte de un falangista y la posterior persecución y muerte de los dos hermanos. Como consecuencia de ello, los falangistas aplicaron el: “por cada uno que maten ellos, diez mataremos nosotros”. Ya no se trataba de matar a compañeros en base a sus hechos, sino que se mataba a nueve compañeros como castigo en respuesta a unos hechos en los que ellos no tenían nada que ver. Se trataba en definitiva de manifestar por parte de los que posteriormente gobernaron este país durante 40 años, y que siguen gobernándolo hoy en día por medio de testaferros, que podían hacer lo que quisieran con la vida de los trabajadores de este país, como si se tratasen de ganado de su hacienda.
¿Por qué razón en los medios de comunicación y en diversos actos de homenaje se oculta su filiación sindical? ¿Por qué razón en los medios de comunicación en el día de hoy se silencia este acto? ¿Pensais que ocurriría lo mismo si “os nove de Baredo” perteneciesen a otras organizaciones? En CNT, por experiencia, tenemos nuestras serias dudas.
Por ello, la CNT hoy quiere memorar el pasado para reivindicar aquello que no murió todavía con aquella matanza. Y lo que no murieron con sus cuerpos son sus ideas anarcosindicalistas, sus aspiraciones sociales, su compromiso con la justicia social, razones por las que fueron vilmente asesinados. Ese es el mejor homenaje que le podemos hacer a estos muertos que siguen vivos, incluso en la memoria de aquellos que no tuvimos el honor de conocerlos.
Cuando tantos intereses se ponen de acuerdo para evitar que se conozca la historia reciente de este país, es cuando más le debe interesar a los militantes de la CNT hacer lo posible por conocerla y darla a conocer.
Salud y verdad. ¡VIVA OS NOVE DE BAREDO, VIVA LA CNT!
Y queremos salir al paso, pues desde que se inauguró este monumento en recuerdo “dos nove de Baredo” en el año 2005, todavía nadie quiere contar la historia con nombres y apellidos. Desde la CNT, organización que posiblemente con más saña que ninguna otra, sufrió una represión atroz en sus filas durante la Guerra Civil y el régimen fascista posterior, no podemos asistir atónitos a como desde algunas asociaciones integradas por miembros de partidos políticos, vacían de contenido ideológico e histórico la recuperación de la memoria, para capitalizarla e instrumentalizarla posiblemente con objetivos personales y electoralistas.
Es cierto que en estos momentos, en los actos de recuperación de la memoria histórica, se encuentran dos intereses que no deben considerarse contrapuestos: por un lado, los familiares que buscan rescatar unos restos mortuorios, así como realzar la memoria de un padre, compañero, hermano... que no pudieron hacer en otros tiempos; y por otro, los “familiares políticos”, que pretendemos rescatar nuestra memoria social, una explicación histórica de lo ocurrido. Nosotros no pretendemos suplantar la memoria de los familiares, ni tampoco darle menor entidad a ésta, pues muchas veces, como en este caso, son las familias las que rescatan del silencio impuesto, incluso por esta democracia, unos hechos que nos permiten conocer mejor la historia de nuestras organizaciones.
Consideramos que la recuperación de la memoria histórica no puede reducirse a una recuperación de huesos o apodos, pues los motivos por los que fueron asesinados por el régimen fascista de Franco, no fueron motivos costumbristas o sin motivo aparente, sino que fueron asesinados por su actividad sindical y/o política, y precisamente para acabar con esas luchas sociales, el llamado “bando nacional” durante la Guerra Civil acometió un plan de exterminio de las organizaciones obreras de este país, que continuó durante sus 40 años de dictadura.
Esto se desprende de los listados que obran en estos momentos a cerca de la extracción social de los represaliados de la Guerra Civil y durante la dictadura posterior en Galicia: no se trataban en su mayoría de altos cargos de la administración, ni de empresarios, ni de profesionales de la política… sino que la mayoría de los represaliados eran campesinos, marineros, zapateros, mecánicos... compañeros que militaban todos ellos en las organizaciones y sociedades obreras y que poco pintaban en las instituciones republicanas.
En estos momentos podemos acreditar que la mayoría de esos nueve fusilados del Val Miñor pertenecían a los sindicatos de la CNT en la comarca. Concretamente pertenecían al Sindicato de Industrias Pesqueras “El Despertar del Valle” de Panxón, y el Sindicato de Marineros de Baiona. Estos sindicatos estaban adheridos a la poderosa Federación Regional de Industria Pesquera de la CNT de Galicia, que tenía en Julio de 1936, 18.000 afiliados, según los estudios del historiador Dionisio Pereira.
Para que os hagais una idea de la lucha de estos hombres de aquella época, en el año 1933 aparece en el periódico de tirada nacional, CNT, un artículo que se hace eco de los sucesos de la huelga convocada por estos dos sindicatos marineros en la comarca del Val Miñor. A raíz de la explosión de varios petardos, son detenidos y enviados a prisión 9 marineros de Panxón. ¿Qué casualidad, también eran 9?
Estos “nove de Baredo”, por tanto, no constituyen una excepción al resto de los represaliados durante la Guerra Civil. Son señalados por las fuerzas vivas de la comarca y sus lacayos, para posteriormente ser detenidos y fusilados.
Pero lo que sí constituye ese fusilamiento un acto más aberrante si cabe que otros fusilamientos, es el desencadenante del mismo, que tiene su origen en lo ocurrido en la detención por parte de los falangistas y la Guardia Civil de los hermanos Pérez Luis, afiliados a la Sociedad Obrera de Sabarís en Gondomar, siendo uno de ellos el militante más destacado de dicha sociedad obrera, afiliado a la CNT, conocedor del idioma internacional esperanto y asiduo columnista en el periódico anarcosindicalista “Solidaridad Obrera” de Galicia. El otro hermano pertenecía al PSOE.
El intento de detención provocó la muerte de un falangista y la posterior persecución y muerte de los dos hermanos. Como consecuencia de ello, los falangistas aplicaron el: “por cada uno que maten ellos, diez mataremos nosotros”. Ya no se trataba de matar a compañeros en base a sus hechos, sino que se mataba a nueve compañeros como castigo en respuesta a unos hechos en los que ellos no tenían nada que ver. Se trataba en definitiva de manifestar por parte de los que posteriormente gobernaron este país durante 40 años, y que siguen gobernándolo hoy en día por medio de testaferros, que podían hacer lo que quisieran con la vida de los trabajadores de este país, como si se tratasen de ganado de su hacienda.
¿Por qué razón en los medios de comunicación y en diversos actos de homenaje se oculta su filiación sindical? ¿Por qué razón en los medios de comunicación en el día de hoy se silencia este acto? ¿Pensais que ocurriría lo mismo si “os nove de Baredo” perteneciesen a otras organizaciones? En CNT, por experiencia, tenemos nuestras serias dudas.
Por ello, la CNT hoy quiere memorar el pasado para reivindicar aquello que no murió todavía con aquella matanza. Y lo que no murieron con sus cuerpos son sus ideas anarcosindicalistas, sus aspiraciones sociales, su compromiso con la justicia social, razones por las que fueron vilmente asesinados. Ese es el mejor homenaje que le podemos hacer a estos muertos que siguen vivos, incluso en la memoria de aquellos que no tuvimos el honor de conocerlos.
Cuando tantos intereses se ponen de acuerdo para evitar que se conozca la historia reciente de este país, es cuando más le debe interesar a los militantes de la CNT hacer lo posible por conocerla y darla a conocer.
Salud y verdad. ¡VIVA OS NOVE DE BAREDO, VIVA LA CNT!