Los bancos y sobretodo este que está ganando lo inimaginable, se pueden dar el lujo de proponer estas ideas. No han perdido el norte, han perdido la verguenza, y cualquier atisbo de dignidad y humanidad... si alguna vez lo tuvieron No sólo les ha bastado llevar los salarios a niveles tercermundistas y llevarnos con sus amiguetes de la política, de los sindicatos reformistas y del mundo empresarial a la ruina; sino que desean que el capital humano que hace que ellos ganen dinero se costeen sus despidos, contrataciones, vacaciones y un largo etc... Canallas.
Dice el BBVA que las empresas no se animan a contratar por miedo a pagar las indemnizaciones por despido. Para solucionar esta "incertibumbre", al banco se le ha ocurrido la "genial idea" que seamos los trabajadores quienes paguemos a plazos esa compensación.
La descabellada, absurda y fascista propuesta de BBVA Research sería obligatoria para los nuevos contratos y voluntaria para los que ya trabajan. Consistiría en que parte de la indemnización por despido dependa de la antigüedad del trabajador, como ocurre ahora, y que otra parte proceda de una cuenta de ahorro individual en la que el trabajador, mes a mes, habría ido ahorrando para sufragar despedido.
Los nuevos contratos dispondrían de una cuenta de ahorro personal, que vendría a ser "una mochila" o fondo de capitalización para sufragar parte de la indemnización por despido y que se iría nutriendo de aportaciones periódicas por un importe equivalente a 8 días de salario por año trabajado, lo que supone un tipo de cotización estable del 2,19 % del salario bruto anual.
El sistema, inspirado en Austria, pretende "modernizar" el sistema de indemnizatorio y favorecer la contratación indefinida, según ha en rueda de prensa, el economista jefe de Economías Desarrolladas de BBVA Research, Rafael Doménech, en la presentación del informe Observatorio Económico España sobre el mercado laboral.
Para el PP, - ¡cómo no podría ser menos! - el sistema funciona muy bien en Austria, pero el problema es el coste de su implantación. El presidente de la Comisión parlamentaria de Hacienda, Gabriel Elorriaga, ha señalado que "el problema es el coste del cambio de sistema. Es un modelo que funciona muy bien pero que en España tiene dificultades de partida muy grandes".
¿MEJORA DE LA PRODUCTIVIDAD?
Doménech ha afirmado que esta "mochila", a la que se accedería en caso de despido o jubilación, aumentaría el porcentaje de indefinidos, mejoraría la productividad, los salarios medios, el consumo privado, y la inversión de las empresas. Ha reiterado que la medida sólo genera "certidumbre" -para la empresa, no para el trabajador, se entiende- y hace "explícita" la indemnización.
A la pregunta de quién controlaría la "mochila", Doménech se ha decantado porque sea la Seguridad Social la que gestione el fondo de capitalización, al tiempo que ha descartado que la propuesta suponga un abaratamiento del despido.
Según Doménech, esta propuesta reduce la "incertidumbre" que afecta a la contratación indefinida, permite que la empresa y el trabajador internalicen el coste del despido y facilita la planificación financiera de las empresas ante la contingencia de que se produzca un despido.
En caso de que el trabajador no sea despedido, podría recuperar lo que ha pagado en su jubilación.
Según el servicio de estudios de BBVA, la modificación del sistema indemnizatorio podría tener efectos favorables sobre la negociación colectiva y "además la cuenta individual supondría una repercusión positiva para las empresas, los trabajadores y el ahorro nacional". por último señalan que "la situación actual requiere de medidas adicionales".