Llega el período estival y con ello el cierre de más de 12.630 camas por todo el Estado español. Supone más del 8% de las camas instaladas. Andalucía con 1.800 camas menos. Ahorrar dinero a costa de la atención sanitaria que se presta a pacientes y ciudadanos.
En Madrid desde hace semanas los centros ya llevan preparándose para esta clausura temporal. Un paso que se repite en todo el país cerrando hasta el 22% de las camas en zonas como Valencia. Esto es la punta del iceberg, puesto que serán cierre de unas 12.630 cama, en una media del 8,4% de las 150.225 camas hospitalarias, sin contar Canarias.
De esta manera, estas más de 12.000 camas dejarán de estar operativas en el periodo veraniego, algo que es todo un insulto a la inteligencia de cualquiera, ya que la excusa que las administraciones utilizan todos los años es el argumento de que la gente se va de vacaciones.
De esta manera, estas más de 12.000 camas dejarán de estar operativas en el periodo veraniego, algo que es todo un insulto a la inteligencia de cualquiera, ya que la excusa que las administraciones utilizan todos los años es el argumento de que la gente se va de vacaciones.
En realidad, lo que buscan las comunidades autónomas es ahorrar dinero a costa de la atención sanitaria que se presta a pacientes y ciudadanos. De hecho, se adoptan este tipo de medidas en lugar de aprovecharse el verano para seguir trabajando en la reducción de las listas de espera.
Un cierre de camas que se pronuncia con fuerza en regiones como la valenciana donde unas 3.000 dejarán de funcionar o en Cataluña y Madrid con 1.900 y 1.400 menos, respectivamente. Otra consecuencia negativa es la masificación de pacientes en Urgencias, obligando a atenderlos, en muchas ocasiones, en zonas no habilitadas para ello. También aumenta el índice de enfermos que no son atendidos en la unidad correspondiente a su patología, lo que deteriora la calidad de la asistencia recibida.
Andalucía con 1.800 camas menos; Galicia con 900; el País Vasco con 730 o Aragón y Castilla-La Mancha con 500 son algunas de las comunidades autónomas que más acentuarán el cierre de unidades.
Respecto a los porcentajes con las camas instaladas –según datos de Sanidad a cierre de 2018-, más allá del 22,5% de las camas cerradas en Valencia, regiones como Extremadura (9,6%), Asturias (9,6%), Aragón (9,5%) o Andalucía (9,1%) cosechan los porcentajes más altos de cierre de unidades con la llegada del verano.
Un cierre de camas que se pronuncia con fuerza en regiones como la valenciana donde unas 3.000 dejarán de funcionar o en Cataluña y Madrid con 1.900 y 1.400 menos, respectivamente. Otra consecuencia negativa es la masificación de pacientes en Urgencias, obligando a atenderlos, en muchas ocasiones, en zonas no habilitadas para ello. También aumenta el índice de enfermos que no son atendidos en la unidad correspondiente a su patología, lo que deteriora la calidad de la asistencia recibida.
Andalucía con 1.800 camas menos; Galicia con 900; el País Vasco con 730 o Aragón y Castilla-La Mancha con 500 son algunas de las comunidades autónomas que más acentuarán el cierre de unidades.
Respecto a los porcentajes con las camas instaladas –según datos de Sanidad a cierre de 2018-, más allá del 22,5% de las camas cerradas en Valencia, regiones como Extremadura (9,6%), Asturias (9,6%), Aragón (9,5%) o Andalucía (9,1%) cosechan los porcentajes más altos de cierre de unidades con la llegada del verano.
