lunes, 27 de abril de 2020

Con o sin confinamiento, las Casas de Apuestas nos tendrán frente a ellos



Como es bien sabido ya, el número de salas de apuestas ha crecido de manera desmesurada en los últimos años. ¿Qué ha sido de ellas en estos tiempos de confinamiento? ¿habrá conseguido el COVID19 que no vuelvan a abrir?

La situación producida por el COVID-19 ha demostrado lo necesario de implementar políticas y medidas a diferentes niveles para superar esta emergencia social, como el sanitario, el empleo, la vivienda, etc. En lo referente al sector de las apuestas online, las organizaciones y movimientos sociales se debe exigir que el Gobierno no se quede atrás ni obviar los potenciales peligros de la publicidad online en tiempos de cuarentena. Cuando el Consejo de Ministros y Ministras aprobó una serie de medidas especiales en relación a la prohibición de los bonos y limitación de la publicidad del juego online al horario de madrugada. Esta medida resulta insuficiente ya que estas decisiones junto a la prohibición total de la publicidad deben extenderse más allá del estado de alarma.

Dado el parón de toda actividad productiva no esencial y el fin de toda actividad deportiva,las casas de apuestas están aprovechando esta cuarentena, para sacar tajada por la vía online.

Así se ha visto en la publicitación de cuotas para el torneo del FIFA 20 que disputaban jugadores de 1ª División, la adaptación de su publicidad y sus bonos para apuestas más atractivas, promociones agresivas de otros tipos de juego de casino, etc. También existe el peligro de un repunte de la monetización de video juegos, fácilmente accesible para una población más que joven.

A su vez, echan en falta medidas dirigidas a la protección de los trabajadores del sector del juego, sobre todo teniendo en cuenta que los beneficios de la patronal aumentan cada año de forma considerable y podrían hacerse cargo de la totalidad del sueldo del trabajador. Resulta paradójico que, pese a seguir teniendo ingresos vía online acumulando una gran cantidad de beneficios, hagan ERTES cuando podrían asumir el coste total de la plantilla.

Por otra parte cabe la posibilidad de que los problemas de ludopatía se agraven durante la cuarentena: Por ello se debe exigir al Gobierno central y autonómicos, junto con las medidas excepcionales contra el juego online, todos los recursos públicos necesarios para que estas personas no vean afectado su tratamiento.

El juego es un grave problema de salud pública y durante el confinamiento éste no va a desaparecer, sino que puede tornarse más peligroso al reducirse a las cuatro paredes de los hogares. Por ello, es necesario plantar cara desde todos los frentes contra aquellos que especulan con nuestras vidas, aprovechando cualquier emergencia social para seguir sacando rédito económico a toda costa. Con o sin confinamiento, nos tendrán frente a ellos

Fuente: Plataforma contra las Casas de Apuestas de Zaragoza