Miles de mujeres se han manifestado ayer sábado en Turquía contra la decisión del Gobierno islamista de sacar al país de la Convención de Estambul, un tratado europeo contra la violencia machista.
La manifestación más numerosa ha tenido lugar en Estambul, la ciudad donde en mayo de 2011 catorce países miembros del Consejo de Europa, entre ellos Turquía, ratificaron la Convención sobre prevención y lucha contra la violencia machista.
Un grave problema que en 2020 se cobró la vida de al menos 284 mujeres en Turquía. Y en lo que va de año han muerto 78 mujeres, según cálculos de Bianet, una ONG que lleva una década recopilando este tipo de casos, en ausencia de cifras oficiales.
La plataforma feminista "Paremos los asesinatos de mujeres" eleva la cifra a 300 y añade otros 171 casos de mujeres muertas en circunstancias sospechosas.
El AKP y los «valores nacionales»
La decisión de sacar a Turquía de la Convención fue tomada en un decreto firmado por el presidente del país, el islamista Recep Tayyip Erdogan, y publicado este sábado en el Boletín Oficial.
Bajo el liderazgo de nuestro presidente, continuamos nuestra lucha con determinación para que las mujeres participen más en la vida social, económica, política y cultural», afirmó tras el anuncio Fahrettin Altun, portavoz de la Presidencia turca.
Erdogan ya había amenazado en agosto de 2020 con retirar al país del acuerdo, y algunos expertos consideran que grupos conservadores islamistas han presionado al AKP, ya que consideran que algunos artículos impactan negativamente sobre «la estructura familiar» y van en contra de los «valores nacionales».
Alegan que el texto promueve la homosexualidad, por utilizar el término «orientación sexual», y ataca los valores familiares, por describir las relaciones de «personas que viven juntas». «La solución está en nuestras costumbre y tradiciones, está en nuestra esencia», ha afirmado el vicepresidente turco, Fuat Oktay, en la red social Twitter.