Libertad para los ricos - o comida para los pobres Así describe Sten Ebbersten, profesor emérito de la SLU (Universidad Sueca de la Agricultura) la noticia de que para llenar el tanque de un vehículo 'ecológico', unos 50 litros de etanol, hacen falta 120 kg de trigo (equivalente a 250 barras de pan) o 560 kg de remolacha azucarera. El consumo de esos coches es hasta un 40 % mayor que con gasolina. |
Sten Ebbersten comenta las increíbles cifras: - Es tremendo que los compradores hayan sido engañados de esa manera. Pero al mismo tiempo es bueno que se discuta el tema. En el fondo se trata de una crisis de energía, pero es más vendible hablar de una crisis de emisiones contaminantes. Sten Ebbersten, que durante años ha investigado y enseñado sobre agricultura sostenible, cree que a la industria del automóvil no se le exigen responsabilidades, al contrario, se les permite que produzcan coches más grandes que consumen más. - Hubiera sido mejor exigir a los fabricantes coches que consuman un centilitro de gasolina por kilómetro. Ellos deberías solucionar esto de alguna manera, en lugar de dejar en manos de los agricultores un problema que esto no crearon. Además, el conflicto entre energía y alimentos pone sobre la mesa la cuestión de la libertad de elección para los ricos o el hambre para los pobres. - Se ha llegado a una situación en que los que quieren utilizar etanol como combustible, obligan a pasar hambre a 40-50 personas. El que tiene dinero tiene acceso al trigo, remolacha u otros vegetales para poder conducir 'verde'. Los propagandistas del etanol dicen que reduce las emisiones de dióxido de carbono hasta en un 90 %. Pero Sten Ebbersten opina que son simples mentiras. Esos análisis sólo calculan las emisiones en el motor y en la producción del combustible, pero no toman en cuenta las emisiones durante la extracción de recursos de la tierra. - No es serio que las universidades publiquen esos análisis parciales sobre los combustibles. Uno debe profundizar para ser creíble. Los alimentos funcionan bien como alimentos, pero no como combustibles. Además los motores están diseñados para funcionar con combustibles fósiles, en los que existe una gran concentración de energía. Uno se pregunta entonces cómo es que los investigadores llegan a la conclusión de que los alimentos son buenos para producir combustible. Ebbersten ve una explicación básica: la financiación externa de la investigación universitaria. - Se habla sólo de lo que los que financian quieren que se hable. En caso contrario, no habrá dinero el próximo año. Por suerte eso no cuenta para los profesores jubilados. Ebbersten cree que debemos disminuir nuestro consumo y pensar más en transportes colectivos y agricultura ecológica. - Es una locura este aumento permanente del consumo, consumo que no tiene relación con las necesidades humanas ni las de la naturaleza. Debemos usar el poco combustible fósil que queda de una manera razonable. En realidad el tema va mucho más allá de las emisiones contaminantes de los coches. Nuestro modo de vida está logrando acabar con los recursos de la tierra. - Lo que está amenazado es la naturaleza, más que el clima. Han acabado con la pesca en el Atlántico norte, el lago Aral está muerto, ríos de España que ya no llegan hasta el Mediterráneo. En California es lo mismo. Todos los grandes sistemas de renovación naturales están desapareciendo. El riego es que si llega una crisis importante, los poderosos se verían en la necesidad de acabar con el sistema actual de mercado, y se establecería una dictadura capitalista en la que sólo los ricos tendrían acceso a los bienes de la tierra. |
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