martes, 19 de agosto de 2008

Las polémicas inversiones del Santander

Un informe realizado en Holanda detalla los vínculos financieros “controvertidos” del banco. Desde empresas de armamento a presas hidroeléctricas, pasando por compañías mineras contaminantes. Repasamos algunos de los clientes del Banco Santander
El 14 de julio, el mismo día que la inmobiliaria Martinsa-Fadesa anunciaba la convocatoria de acreedores, el Banco Santander festejaba la compra del banco británico Alliance & Leicester. La crisis no parece haber afectado al primer banco de la UE, que cumplía el año pasado 150 años de vida. El pragmatismo del Grupo –que le llevó a vender todos los edificios de su ciudad financiera el 13 de junio de 2007, apenas un mes después de que la inmobiliaria Astroc mostrara los primeros signos del fin de la burbuja– se mantiene intacto desde sus inicios. Fueron 72 hombres de negocios de Santander los que crearon el banco en 1857, concebido en un principio como una entidad para apoyar sus operaciones comerciales con las colonias de ultramar.
El mismo pragmatismo que les permitió recuperarse de la pérdida de las colonias y convertir a la familia Botín a partir de los ‘50 en uno de los soportes financieros del régimen. La misma filosofía de “devorar antes de que te devoren”, formulada por el propio Emilio Botín, lo llevó a convertirse en 20 años en el primer banco español y en el primero de América Latina. En un curioso homenaje a los orígenes del banco, el equivalente latinoamericano a la Liga de Campeones ha pasado a llamarse en 2008 Copa Santander Libertadores, con Pelé como embajador del banco.
¿Financiación neutral?
El pragmatismo del banco se plasma también en su cartera de clientes. Los bancos “niegan la realidad” al pretender que la financiación “es una actividad neutral”, decía el 28 de febrero Christophe Scheire, investigador de la ONG belga Netwerk. Según el informe presentado, el Santander, junto con el BBVA, es uno de los bancos que financian empresas armamentísticas que producen bombas de racimo. Pese a las declaraciones del Santander en las que presume de incorporar criterios sociales y ambientales en sus actividades, la realidad no parece confirmarlo. O por lo menos así lo refleja el informe Banco Santander, vínculos financieros con empresas y proyectos controvertidos en el mundo, que la organización Setem encargó a los investigadores Michiel van Dijk y Bart Slob, del Centro de Investigaciones de Multinacionales, de Holanda. “En su informe anual no se han encontrado datos de que haya un sistema integral de evaluación de sus impactos al medioambiente o a la comunidad donde opera”, dice el informe. Recogemos las actividades de algunos de los clientes del Banco Santander.


CLIENTES ‘CONTROVERTIDOS’ DEL BANCO SANTANDER

Esta empresa energética tiene entre sus proyectos más polémicos 13 plantas hidroeléctricas y termoeléctricas. Como consecuencia de la construcción de la presa de Cana Brava (Brásil), financiada con 160 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el río Tocantis inundó en abril de 2002 la reserva de la comunidad indígena Avás-Canoeiros, a pesar de que los estudios previos descartaban esta posibilidad. Sólo 300 de las mil familias afectadas recibieron algún tipo de compensación. Dos años más tarde, una investigación comprobó que el BID había incumplido sus propias políticas sociales y ambientales en este caso. En 2005, más de 200 personas ocuparon la sede del BID en Brasil. Algunos antiguos residentes del área recibieron compensaciones de 20 euros por abandonar la zona. Otro caso que implica a Tractebel es el proyecto para extraer y transportar el gas de Camisea en Perú. Desde su inauguración en 2004, el gasoducto construido ha sufrido cinco rupturas, con tres derrames graves. Entre las consecuencias : expulsiones, destrucción de fuentes de alimento y agua... En 2005, Tractebel Energía obtuvo un préstamo de 200 millones de dólares de ABN Amro, Santander y Unibanco.
Pemex y derrames de crudo
Petróleos Mexicanos (Pemex) es la empresa más grande de México. En 2005, los pescadores de la zona contigua a los pueblos Agua Dulce y Nanchital denunciaron derrames regulares de petróleo, responsabilidad de Pemex por el mal estado de los oleoductos. Las comunidades locales también se quejan de los vapores acres resultantes de los derrames, que provocan dolores de cabeza y náuseas. Cientos de familias tuvieron que ser evacuadas debido al peligroso nivel de toxicidad. En 2006, Pemex obtuvo un préstamo de 5.500 millones de dólares para refinanciar e incrementar un crédito anterior. La operación estaba coordinada por el Banco Santander y el BBVA, entre otros
Grupo Votorantim : presas y violaciones de derechos humanos
En junio de 2005, el Movimiento de Personas Afectadas por las Presas y la organización Tierra de Derechos denunciaron la violación de derechos humanos, sociales, económicos y ecológicos en la planta hidroeléctrica de Barra Grande (Brasil), propiedad, entre otros, del Grupo Votorantim. Afirmaban que la evaluación de impacto ambiental fue fraudulenta al no tener en cuenta, entre otros impactos, la inundación de 8.138 Ha. de bosques. Otra presa dependiente del Grupo Votorantim es la de Campos Novos también en Brasil. En junio de 2006, el colapso de uno de los túneles de desvío de agua de la presa provocó una gran inundación que no causó víctimas, pero las ONG argumentan que si el fallo hubiera ocurrido en época de lluvias, el resultado podría haber sido desastroso. La ONU inició una investigación sobre las violaciones a los DD HH en Campos Novos : la presa ha desplazado a 750 familias, sin que todas reciban compensación y cinco líderes del Movimiento fueron detenidos arbitrariamente antes de que pudieran iniciar una protesta. Otro proyecto controvertido es la filial maderera del Grupo Votorantim (la Votorantim Celusose e Papel, VCP) : en marzo de 2007, unos 500 trabajadores rurales realizaron tres protestas, organizadas por Vía Campesina, para denunciar la creación de un “desierto verde” en el sur de Brasil, al cubrir el área con eucaliptos y así reducir la biodiversidad. El Santander ha estado presente en la financiación tanto de VCP con la organización de un programa de recompra de nueve millones de acciones en 2007 como por préstamos directos al Grupo Vorantim en julio de 2006.