jueves, 7 de agosto de 2008

¿ Cuánto dinerito nos cuesta la monarquía ?


¿A cuánto se eleva la fortuna de la Familia Real española? Ese es, posiblemente, uno de los secretos mejor guardados en nuestro país desde la llegada de la democracia. Hace cinco años, la revista británica EuroBusiness publicó que Juan Carlos I tenía un patrimonio estimado de 1.790 millones de euros.

Del total, 545 millones corresponderían a su fortuna personal y el resto a bienes familiares, incluidos palacios y terrenos en distintas provincias. De acuerdo con sus cálculos, el Rey figuraba entonces en el puesto 115 en la lista de los 400 europeos más ricos. Aquélla no era la primera vez que EuroBusiness, propiedad de Bernie Ecclestone, el gran patrón de la Fórmula 1, realizaba un cálculo semejante.

Una cifra disparatada

El problema es que, frente a la indiferencia con la que se acogió la noticia en ocasiones anteriores, esa vez corrió como la pólvora y en los mentideros se empezó a especular con los bienes ocultos de la Familia regia. La Casa Real se vio obligada a intervenir y el embajador de España en Londres en aquel momento tuvo que mandar una carta al director de EuroBusiness para desmentir de forma oficial la información publicada.

"La disparatada cifra de 1.790 millones de euros sólo se puede explicar por haber entendido ustedes, erróneamente, que los bienes públicos del Patrimonio Nacional, del Estado español, son propiedad de Su Majestad el Rey, lo cual es evidentemente inexacto", aseguró.

Acto seguido, puntualizaba: "Su Majestad efectúa anualmente, como el resto de los españoles obligados a ello, las correspondientes declaraciones de renta y patrimonio".

Una transparencia en entredicho

Es decir, que ni el Rey es la cuarta persona más rica de España ni los Borbones son la sexta Familia Real europea más pudiente. Lo cierto es que, aunque el Rey haga la declaración de sus bienes a la Agencia Tributaria, nadie conoce a ciencia cierta cuál es su renta. Tampoco, cuál es su patrimonio.

Los medios británicos volvieron a poner en entredicho la transparencia de la Corona española. A raíz de la polémica levantada , el periódico inglés The Times cuestionaba el oscurantismo en torno a la Monarquía española, así como el estilo de vida llevado a la práctica por el Monarca.

"Ha sido idealizado durante 30 años navegando en yates caros, conduciendo motos, disfrutando de la vida y recibiendo un tratamiento que sólo la reina Isabel II podría imaginar".

La cuestión financiera tampoco escapa a la crítica. "El Rey le cuesta a cada español 18 céntimos de euro. La reina en Gran Bretaña nos cuesta más, pero sabemos adónde va", recogía el diario para sentenciar: "Juan Carlos I corre el riesgo de perder el favor de sus súbditos".

Cifras oficiales

Las únicas cifras oficiales sobre el coste de la Monarquía española son las que recogen los Presupuestos Generales del Estado desde el primer año completo de don Juan Carlos I al frente de la Jefatura de Estado, 1976. Desde entonces, la partida destinada a la Casa del Rey ha crecido justo el doble que la inflación.

En 2007, la cantidad asignada se sitúa en 8,28 millones de euros, un 3 por ciento más que en el ejercicio anterior. Pero el coste global se estima en 25 millones anuales. La diferencia que escapa al presupuesto oficial procedería de partidas distribuidas entre otros ministerios.

La única que aparece de forma individualizada son los 5,8 millones que el Ministerio de Administraciones Públicas destina a pagar a los 130 funcionarios al servicio de la Jefatura del Estado. En lo demás, resulta prácticamente imposible conocer los costes extraordinarios de la Casa del Rey.

A partir ahora , podría ser fácil porque "la gestión económica, financiera, presupuestaria y contable" tendrá un nuevo vigilante. Para poner orden en sus cuentas, el monarca ha decidido personalmente crear una nueva figura, la del interventor de la Casa del Rey, que dependerá del Jefe de la institución.

Su función: "Mejorar el propio funcionamiento de la Casa", aseguraron fuentes de la Zarzuela.

Las herencias de Juan Carlos I

A título personal, el Rey heredó de su abuelo Alfonso XIII una fortuna valorada en 100 millones de euros, repartidos, eso sí, entre cuatro herederos. Años antes de su muerte, el Gobierno de la República expropió sus posesiones y palacios en España, incluidos, entre otros, el de la Magdalena, en Santander; Miramar, en San Sebastián o Cortega, en la Ría de Arosa, en Pontevedra.

Entonces, la Zarzuela -que era originariamente una pequeña residencia para que los últimos Borbones disfrutarán de las cecerías- fue sometida a varias ampliaciones, la más ambiciosa entre 1987 y 1988. Hoy, cuenta ya con más de 4.200 metros cuadrados.

Pero al contrario de lo que decía la revista EuroBusiness, y a pesar de ser su residencia oficial, no pertenece a la Familia Real, sino que pertenece al Patrimonio Nacional. En la misma situación se encuentra Marivent, en Palma de Mallorca.

Mientras, en el testamento de don Juan de Borbón figuraba un chalé ubicado en la lujosa urbanización de Madrid de Puerta de Hierro, además de un edificio en la Gran Vía madrileña y un apartamento en Estoril (Portugal). Los dos últimos ya han sido vendidos y, según consta en el Registro de la Propiedad, el único inmueble que todavía figura a nombre del Rey -compartido con sus hermanas doña Pilar y doña Margarita- es el chalé madrileño.