jueves, 3 de noviembre de 2011

Silencio, "sindicatos" amarillos trabajando


La situación económica y social que atraviesa el país es demasiado grave, tanto como el silencio que guardan los "sindicatos" colaboracionistas. Cinco millones de parados, precariedad, miedo, el trabajar sin contrato, el recorte de derechos, la falta de futuro en los jóvenes, emigración, desahucios… pero los "sindicatos" vendeobreros siguen sin convocar a los trabajadores y parados para enfrentarse al Gobierno, a la Banca, a la Patronal, en definitiva al sistema. Son sólo los sectores en conflicto los que se mueven timidamente, sin ruido, pero no existe un plan general de lucha, de enfrentamiento a los enemigos de los trabajadores en las calles y en los tajos. Pasan los días, las semanas y todo parece indicar que los "sindicatos"-empresas CC.OO y UGT están esperando el cambio de gobierno el próximo 20-n, para comenzar a reivindicar, en el caso de que esto ocurra, sin parecerles entender que a nosotros tal cosa nos importa un carajo...


Dicen sus legiones de liberados que lo ocurrido el 29 de septiembre, cuando se convocó la farsa de huelga general tras la contrarreforma laboral, la reducción salarial en el sector público y la congelación de las pensiones, fueron demasiados los cúmulos de traiciones. Les sirvió para valorar el grado de desmovilización y descrédito de ambos "sindicatos" dejando a sus cuadros y militantes muy tocados y sin caretas. Al punto que si se le menciona la posibilidad de otra huelga general huyen como ratas al hundirse el barco. Eso sí, reconocen que cuando gobierne el PP y haga sus correspondientes recortes, incluido la de cientos de liberados y vividores que llenan sus filas, entonces, y solo entonces, montaran una nueva farsa y a ver qué ocurre luego. Porque el dinero que reciben a cuenta de los Presupuestos Generales del Estado, en sustanciosas subvenciones para mantener el tinglado, es mucho, ¡¡ muchísimo!! tanto como el compromiso de mantener la falsa “paz social”, y amigo, quién paga, manda.


El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, fue un alto cargo de la "proletaria" UGT, ex secretarios generales de CC.OO como Antonio Gutiérrez es diputado por el PSOE y José María Fidalgo come de la mano de la derecha. Son más que pruebas de que los trabajadores no podemos esperar mucho del " sindicalismo" vertical amarillo. No aparecen porque no creen que su labor sea combatir al Sistema, sino porque son diques de contención, apagafuegos del descontento social. No nos engañemos, no tienen a la lucha de clases en su ideario, jamás lo tuvieron. Tendremos pues, que pasar por encima de ellos...Y de su silencio.