Ya está todo preparado para el sábado 7 de septiembre: una encuesta falsificada, un grupo de artistas, entre ellos Joaquín Sabina, habilidosamente “untado”, y una labor de cooptación con mucho dinero y fastuosas comidas por medio que ha logrado hasta el apoyo "sindical", con el chiquilicuatrero Cándido Méndez (UGT) y el crucerista Fernández Toxo (CC.OO). Es la tercera vez que Madrid pretende unas Olimpiadas y aunque el fracaso, la corrupción, el ridículo y el derroche presidieron las dos anteriores con Alberto Ruiz Gallardón como alcalde, hoy es Ana Botella quien quiere intentarlo a toda costa y al precio que sea.
Madrid 2020, el organismo público que por tercera vez pretende conseguir las olimpiadas para Madrid, prevé gastar si nadie se lo impide un total de 1.516 millones de euros en un evento que la mayoría de la población madrileña y española rechaza por vincularlo al despilfarro y la corrupción de los políticos que lo gestionan. Para ello, ha llegado a lo más insospechado: ha contratado a Mediapost, una empresa de marketing y publicidad sin experiencia en encuestas, para que falsifique un sondeo que refleje un apoyo ciudadano que no existe. El barómetro ha causado hilaridad entre los demás institutos de opinión porque, además de omitir la corrupción política (segundo problema del país según el CIS, por detrás del paro) en las respuestas de los encuestados que se oponen a las Olimpiadas, arroja unos resultados tan exageradamente altos que no los hacen creíbles. Todo lo contrario de lo sucedido en Viena (Austria), donde en lugar de encuesta falsas se ha realizado un referendum popular que ha echado abajo la posible candidatura y que el alcalde de la ciudad se ha apresurado a respetar.
Según esta encuesta, el 85% de los madrileños y un 77% de los españoles respaldan las Olimpiadas en Madrid, aunque una fuente del Comité Olímpico Español ha justificado su falsificación: “con 6 millones de parados no podía salir una encuesta favorable nunca, así que a veces las razones de Estado nos obligan a realizar practicas poco decorosas que no se pueden desvelar”. Este testimonio, obtenido por un periodista que lo ha hecho llegar a este blog, ha sido censurado en un importante medio de comunicación nacional, ya que desde Moncloa ha sido dictada una orden de obligado cumplimiento para todos: “los medios deben apoyar a Madrid 2020 si quieren beneficiarse de la campaña de publicidad que llevará consigo la victoria en la votación”. A la mayor parte de ellos, en quiebra, pérdidas o bancarrota, la orden les ha sonado a música celestial.
Casi tanto como a 12 músicos españoles que ya han sido “tocados” por Ana Botella y que se han sumado a la propaganda oficial, entre ellos, sorprendentemente, Joaquín Sabina, Auryn, La Oreja de Van Gogh, Juan Magán, Joaquín Sabina, Melendi, Los Secretos, Miguel Ríos, Víctor y Ana, Cómplices, Nacha Pop, La Unión, La Orquesta Mondragón. La actuación musical que tendrá lugar el sábado 7 de septiembre en la Puerta de Alcalá será retransmitida por TVE, cuyos directivos han garantizado a través de Teledeporte un amplio despliegue que borre del mapa las protestas ciudadanas contra la candidatura.
La realidad en la calle es muy diferente. Un simple vistazo a los múltiples foros ciudadanos que se han creado para impedir este nuevo desaguisado que apoyan PP, PSOE y la Casa Real, con el aliento de los "sindicatos" amarillos CC.OO y UGT, desvela que los ciudadanos temen la designación, la vinculan a la corrupcion política y al despilfarro, así como a la época del colapso de la ciudad que provocó el ex alcalde Alberto Ruiz Gallardón con sus múlitiples y faraónicas obras y su gigantesca deuda.
Para distraer a la poblaciòn y dar sensación de unidad, el PP suele exhibir al socialista Jaime Lissavetszkycomo uno de sus avales. A ese papel de “tonto útil” se le han sumado también los "dirigentes sindicales" Toxo y Méndez y por supuesto la Casa Real en pleno. Por contra, los ciudadanos madrileños se han movilizado para boicotear la candidatura.
El desprestigio de la clase política y "sindical" española es de tal calibre, que una decisión que sería festejada en cualquier otra circunstancia, hoy es percibida como una plaga que solo serviría para un nuevo enriquecimiento ilícito de los políticos, "sindicalistas" y empresarios que la gestionan.
De momento, algunas iniciativas de Madrid 2020 estan siendo un fracaso. La organización ha tenido que ampliar el plazo para recibir patrocinios y la peticiòn de dinero “en metálico” a las empresas ha suscitado todo tipo de sornas, entre ellas la del célebre logotipo alternativo con un “sobre” como el que utillizaba el tesorero del PP, Luis Bárcenas.
El apoyo de Cándido Méndez (UGT) a la candidatura olímpica también está provocando malestar entre sus afiliados, pues en medios del "sindicato" madrileño se ha comentado que “siempre que UGT aparece en los actos del PP o con acontecimientos oficiales salimos perjudicados” ya que los trabajadores “nos achacan que solo vamos a comer o viajar gratis”. Por eso UGT Madrid ha rehusado viajar a Argentina para respaldar el proyecto, contrariamente a lo que sugería Candido Méndez, más proclive a este tipo de ágapes culinarios. Viajar a Buenos Aires con fondos públicos para apoyar la candidatura, cuyos uniformes ya han costado 50.000 euros tras una polémica adjudicación a El Corte Inglés.
Para colmo de males, la organización de la candidatura se ha mezclado también con el “caso Urdangarin”, pues el juez del caso está intentando aclarar porque Ruiz Galardón, que además es hoy ministro de Justicia, le pagó un sueldo millonario al yerno del rey por informes falsos sobre las Olimpiadas. A pesar de que su subordinada e imputada Mercedes Coghen confesó que el hoy ministro estaba al corriente de 16 pagos mensuales de 6.000 euros y dos más de 12.000 euros, el juez aún no ha tomado ninguna decisión sobre este asunto colateral del “caso Noos”.
