El racismo, una de las más increíbles muestras de imbecilidad de la especie humana. Esa manía estúpida de querer reunirse sólo con quienes son iguales a uno, qué es sino una solapada muestra de miedo. Miedo a lo distinto, miedo a lo diferente, miedo a lo nuevo, miedo a que alguien en algún momento te enseñe algo, miedo a todo...
Un neonazi de EE.UU. planea convertir el pueblo en el que vive en Dakota del Norte en un bastión de los partidarios de la supremacía blanca. Su sueño es atraer a racistas para que algún día controlen ese estado y, en última instancia, el país. Paul Craig Cobb, un neonazi sexagenario que vive en la localidad de Leith, quiere comprar todas las propiedades de este pueblo para cumplir su sueño: vivir rodeado de gente que piensa como él.
Se trata de un lugar relativamente pequeño, con casas dispersas, una sola tienda, y de momento, únicamente 19 habitantes, pero Cobb espera convertirlo en un paraíso para los supremacistas blancos.
"No tenía ni idea de quién era ese hombre. Todo lo que sé es que compró esa casa sin ni siquiera verla, pagó 5.000 dólares en efectivo, y no sabía cómo era, ni dónde se encontraba", manifiesta el por ahora, alcalde, Ryan Schock.
El año pasado, Cobb explicó en el foro 'online' Vanguard News Network que planeaba construir algo así como un refugio para racistas y que esperaba hacerlo "lo antes posible". En última instancia, el objetivo es que los neonazis asuman el control del país.
Según contó, el pueblo se llamará Cobbsville y en cada hogar ondeará diariamente una 'bandera racista', como por ejemplo la nacionalsocialista. Todos los habitantes deberán convertirse en residentes legales del estado, votar en las elecciones y colaborar con Cobb para atraer al mayor número posible de radicales a su población.
"Imagínese poder ir a casa de sus vecinos para discutir acerca de la política mundial", escribió Cobb en el foro el año pasado.
"¡Imagine la publicidad internacional y lo útil que será para nuestra causa! Para empezar, podríamos declarar una zona prohibida para invasores mexicanos ilegales y judíos. Si vienen periodistas izquierdistas o antinazis e intentan causar problemas […], podrían ser detenidos por nuestro alguacil", agregó.
Para numerosas organizaciones racistas de los Estados Unidos, el proyecto de Cobb no es tan descabellado. De hecho, algunas personas ya le han comprado propiedades. Además, según Hatewatch, Cobb ya habría donado varios edificios a un grupo supremacista blanco que tiene cerca de 400 miembros en 32 estados del país.