Clases de toreo. Esta es la lección que recibieron el pasado lunes los agentes de la Guardia Civil que asistían a la academia del Instituto armado en Baeza (Jaén) para ascender a suboficial de la Benemérita. La peculiar clase, por parte de un miembro de la Guardia Civil, incluyó el uso con destreza del capote, la muleta y la espada ante un público que, por momentos, vitoreó y aplaudió la exhibición. Olé, olé, oléééé... País de pandereta, oiga.
Y qué decir... pues nada que siga el derroche del dinero público destinado a la Guardia Civil, sí cuerpo de seguridad del estado, que manifiesta no tener presupuesto para chalecos antibalas y pertrechos o reformar casas cuartel. El pasado mes de mayo, guardias civiles, militares y curas españoles asistieron en bandada a una peregrinación de primavera al santuario de Lourdes, en Francia, que terminó con una animada conga al ritmo del pasodoble, cómo no... "¡Qué Viva España!"
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