BOICOT A ONDA EXPANSIVA SL
SI TOCAN A UNO NOS TOCAN A TOD@S
¡¡¡ CON LA CNT-AIT NO SE JUEGA !!!
¡¡¡ JUSTICIA PARA LA COMPAÑERA !!!
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La Historia, como bien sabemos, no se limita a una mera recopilación de hechos. El espíritu de una época, sus tensiones, logros y fracasos no caben en la simple crónica de sucesivos datos, así como tampoco cabe la comprensión de por qué unas fuerzas sociales chocan violentamente en un momento dado, tras décadas de formación en torno a intereses contrapuestos. En efecto, la interpretación de un tiempo, aunque incómoda y hasta inquietante a veces, supone un ejercicio complejo, muy complejo, pero necesario para la inteligencia histórica.
Será en vano añadir que toda esta complejidad aumenta exponencialmente cuando se trata de estudiar épocas de intensa conflictividad (aunque, ¿cuál no lo es?), máxime si su herencia sigue siendo materia de polémica en la actualidad. Como no podía ser de otro modo, ocurre así con el proceso revolucionario que comenzó en julio de 1936 en Barcelona, una vez derrotados en las calles por el pueblo los militares facciosos.
El recuerdo de aquellos días de julio y de los meses que les siguieron asusta todavía hoy a muchos; aquella posibilidad, si bien derrotada a sangre y fuego, sigue planteando una fractura que sobrevuela los falaces discursos de la actual socialdemocracia y de la ultimísima versión de los nacionalismos peninsulares, de todos ellos. Porque no son sólo los grajos del hispano fascismo (la COPE, Libertad Digital, El Mundo...) los que cargan contra aquella experiencia de genuino poder popular; de unos años a esta parte, viene orquestándose otro frente de voces que, desde el bando de los «demócratas» (?), quiere pergueñar una imagen idílica de la República –obviando, lógicamente, su complejidad ideológica y sus profundas contradicciones– para legitimar el presente Estado, tan poco amigo de las libertades públicas, la participación ciudadana y la justicia social. Al parecer, esa operación, falaz y mentirosa, de la social-democracia y de los nacionalistas requiere la eliminación de la huella libertaria o, cuando no puede evitarse su presencia, su reducción a las patrullas de control y los paseos por la carretera de la Rabassada. La democratización de la Sanidad, el esfuerzo de la educación racionalista o los logros de las colectivizaciones de fábricas y tierras pesan poco en la balanza de tanto memorialista mamporrero: Miquel Mir, Gabriel Cardona, Ucelay da Cal...
Debemos suponer, pues, que esta especie de «higiene» historiográfica, mentirosa y falaz, es la única manera institucional de recuperar la memoria histórica en estos tiempos de Ordenanzas Cívicas, Reformas Laborales y Ley de Partidos. En definitiva, sólo es posible traer a colación una pasado aséptico y sin espoleta, sin sombra de nada que evoque una transformación radical (y ¡viable!) de la sociedad.
Será tarea de las organizaciones que nos reclamamos herederas del anarquismo y del anarcosindicalismo impedir que ese pasado de lucha y de construcción se vea arrumbado, que se nos escamotee a tod@s una parte fundamental de los que fuimos y nos negamos a dejar de ser. Nuestro común patrimonio es la aventura de aquell@s que decidieron ser dueñ@s de su vida y protagonistas de la Historia.
Solidaridad Obrera, Editorial
Ni rastro. El jefe del Batallón Galicia no está en San Sebastián. Mientras la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica asegura que los presuntos huesos del comandante Moreno fueron enviados a la Universidad del País Vasco (UPV) para la elaboración de un informe forense, el propio jefe del laboratorio al que sistemáticamente llegan los restos exhumados de los represaliados de la Guerra dice que el legendario líder del anarquismo gallego no está en su particular campo de batalla. Además, si el vicepresidente de la ARMH, Santiago Macías, da ya por sentado que el esqueleto hallado el primero de marzo en el Alto do Acebo (A Fonsagrada) es el de José Moreno Torres, arqueólogos que han trabajado en la zona muestran sus reservas ante tal afirmación.
El vicepresidente de la ARMH afirma que en marzo se halló el esqueleto de Moreno
'Algunas veces es imposible obtener ADN en los huesos', dicen en la UPV
'No hay duda de que se trata de Moreno, porque hay ciertas señales que lo confirman: unos restos de hebillas y unas piezas dentales de oro', dice Macías. El escritor está tan convencido de que los huesos descubiertos son los de Moreno que incluso se atreve a afirmar que, en este caso, la prueba de ADN 'no hace falta'. 'Si mandamos los restos del comandante a San Sebastián es para que se elabore un informe forense que determine con detalle cómo lo mataron'.
Pero el asunto de los dientes de oro es una pista que no confirma casi nada. Moreno tenía dientes de oro, sí, un signo de ostentación en una época y un lugar en los que abundaban los desdentados. Y el cráneo exhumado en marzo por la ARMH lucía piezas postizas, una característica que lo convierte en firme candidato. Sin embargo, esta calavera no fue la única con dientes de oro que apareció en O Acebo.
En las dos primeras prospecciones que tuvieron lugar en la zona, allá por agosto del año pasado, se levantaron los restos de 11 republicanos asesinados a la vez que Moreno, en octubre del 37, y en una fosa de ocho también aparecía entre las mandíbulas recuperadas una con puente de oro. Entonces, un portavoz del equipo de arqueólogos de la ARMH dijo que no se podía descartar que el propietario de esa pieza dental fuese el ansiado comandante del anarcosindicalista Batallón Galicia.
Hoy, en la UPV, dice Francisco Echeverría, jefe del laboratorio forense del centro, no esperan a la cola para ser analizados más que los restos de esos ocho represaliados de la primera fosa, el lote en el que, según afirma ahora la ARMH, no estaba Moreno. Porque Moreno, para la asociación, apareció más tarde (marzo de 2008) y viajó después.
'De A Fonsagrada, aquí sólo tengo siete cajas que aún no hemos preparado y un esqueleto, el número 5, que ya hemos procesado [limpiado, medido, calculado la edad y preparado para la prueba de ADN]', cuenta por teléfono Echeverría Gabilondo desde su laboratorio. 'Lo sé porque los estoy viendo en este instante. Los tengo aquí delante'. Este profesor de Medicina Forense, uno de los más prestigiosos del Estado, identificó en su momento los restos de Lasa y Zabala y actualmente se encuentra desbordado con los huesos de la memoria histórica. En la sala en la que trabaja, con la ayuda de dos becarios, se amontonan unos 200 esqueletos de hombres asesinados hace 70 años.
Francisco Echeverría cree que a finales de septiembre se podrán dar a conocer las identidades de los gallegos exhumados desde el verano pasado. Los de A Fonsagrada, los de Ponteareas, los de O Pino. Si llegan los restos de Moreno algún día, también se analizarán aquí. No obstante, el profesor advierte de que es fácil que de algunos de estos esqueletos no se consiga extraer ADN para compararlo con el de sus descendientes. 'El único de los de A Fonsagrada que hemos procesado, el número 5, está muy degradado y parece que nos va a dar problemas', reconoce. 'Es algo que nos estamos encontrando en restos óseos procedentes de todo el Norte, desde Galicia al País Vasco. La gente piensa que el ADN es una herramienta poderosa, pero no siempre es así. A veces es imposible obtenerlo de los huesos, porque los nuestros son climas que causan mucha corrosión'. En estas ocasiones, los restos se salvan si hay pistas que ayudan a identificarlos. 'Recuerdo el caso de uno que, según los vecinos, llevaba un escapulario cuando fue fusilado', cuenta Echevarría. 'Y efectivamente, en su fosa se halló el escapulario'. La duda asalta cuando, en vez de uno, aparecen dos esqueletos con escapulario. O dos con puente de oro.
La decisión de los ministros de Trabajo de la Unión Europea de ampliar la jornada laboral hasta las 65 horas semanales, en caso de que haya acuerdo entre el empresario y el trabajador, es la vuelta al pasado.
Es una nueva concesión a los empresarios y, desde luego, borra el apellido «social» de Europa. Hace 138 años la jornada laboral se situaba entre las 65 y las 70 horas semanales. Se ha retrocedido en el tiempo y, desde luego, queda en manos de la clase trabajadora la vuelta a la lucha por la mejora de las condiciones de trabajo. Hace poco más de diez años, el Estado francés y algunos sectores alemanes introdujeron la jornada de 35 horas, aunque está retrocediendo. En partes del Estado se avanzó en ese sentido, pero no se logró que calara en el sector privado, que ha estado «intoxicando» para romper la fuerza que los trabajadores hicieron por un modelo de reparto de la jornada laboral para poder trabajar todos.
Euskal Herria vivió una huelga general por este motivo hace diez años, pero la patronal ha jugado sus bazas y ha extendido sus tentáculos hasta los lobbys poderosos de la UE para conseguir aumentar el tiempo de trabajo hasta niveles similares a los del siglo XIX.
El crecimiento económico moderno comportó cambios fundamentales en el concepto de trabajo y, en especial, de la duración de la jornada de trabajo. Montserrat Llonch y Jordi Maluquer de Motes, de la Universidad Autónoma de Barcelona, en el capítulo de «Trabajo y Relaciones Laborales» del estudio estadístico histórico de la Fundación BBVA, explican las mejoras sociolaborales acaecidas desde el pasado siglo XIX e indican que «desde una perspectiva secular, la disminución del tiempo de trabajo y la mejora de los salarios son el resultado de los incrementos de productividad que genera el propio proceso de modernización económica. Pero la reducción de la jornada -desde el siglo XIX al XXI- no ha sido sólo un componente de redistribución, sino que también ha actuado como factor de crecimiento, ya que ha conllevado cambios hacia una organización más eficiente del trabajo y ha contribuido a generar más puestos de trabajo».
En la actualidad es evidente que ya no es así. La precariedad laboral avanza en Europa a ritmos insospechados y los salarios crecen muy por debajo de la economía. En los últimos 16 años, caracterizados por fuertes crecimientos en los resultados empresariales y de la economía, los salarios reales apenas crecieron en un 1,5%. Por lo tanto, el retroceso en esas conquistas sociales y económicas nos sitúan en el siglo XIX y comienzos del XX. Los datos estadísticos indican que la jornada laboral en 1870 estaba en 64 horas para los obreros de la industria manufacturera y superaría las 70 horas en el caso de los trabajadores del sector terciario.
Referencias
1890
Los mineros vizcainos realizan una huelga prolongada y consiguen rebajar de 12 horas diarias a 10 horas diarias la jornada de trabajo. Supuso un gran avance.
1919
En un Real Decreto del 3 de abril, se estableció la jornada máxima legal de 48 horas semanales en todos los trabajos, aunque exceptuó a trabajadores agrícolas.
1935
La OIT establece el 22 de junio la jornada de 40 horas semanales. No fue ratificado por el Estado español, porque estaba en estudio en los días previos a la Guerra Civil.
1980
El Estatuto de los Trabajadores establece las 42 horas semanales, aunque tres años después se reduce a las 40 horas.
Según los datos de Eurostat, la jornada media trabajada en el Estado español se encuentra en 41,1 horas, por encima del máximo legal, que está fijado en 40 horas semanales. El Estado francés, sin embargo no sobrepasa las 39 horas, aunque no superan las 35 legales. Sin embargo este límite está en proceso de desintegración.
También la precariedad laboral avanza. Aunque se modifica la legislación en materia laboral precisamente para estabilizar el empleo, no ocurre así según los datos estadísticos del INEM.
Fermin Muguruza, Amparo Sánchez o Habeas Corpus, entre los firmantes de un manifiesto crítico con el proceso judicial iniciado por la sociedad de gestión.
Más de 30 músicos asociados a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) han firmado un manifiesto en el que critican la demanda interpuesta por la entidad contra el sindicato Confederación Nacional del Trabajo (CNT-AIT), al que exige 9.000 euros por “intromisión ilegítima en el honor” debido a un comunicado que hizo público uno de sus sindicatos. En respuesta, CNT-AIT comenzó hace meses una campaña de acción directa en todo el Estado contra la SGAE.
Los socios de la SGAE, entre los que hay nombres conocidos como el músico vasco Fermin Muguruza, la cantante de Amparanoia, Amparo Sánchez, o el grupo de hardcore Habeas Corpus, manifiestan en el escrito su “total desacuerdo con la demanda”, al considerar que “cualquier individuo u organización tiene el derecho de expresar su opinión acerca delfuncionamiento y actividad de la SGAE”.
Por otro lado, los artistas indican que la entidad dirigida por Teddy Bautista “en ningún momento” les solicitó permiso para iniciar el proceso judicial, lo que a su entender “indica serias deficiencias en cuanto a su democracia interna”.
El manifiesto concluye con la petición a la SGAE de que retire la demanda y exhorta a la sociedad de gestión a “que, a partir de ahora, renuncie a este tipo de métodos ante casos similares”.
La organización anarcosindicalista continúa recibiendo nuevas adhesiones al manifiesto por parte de socios de la SGAE. Los socios y socias interesados deben dirigirse al correo electrónico graficas_madrid@cnt.es.
Se trata del primer proceso para promover expediente de jurisdicción voluntaria y, posteriormente, obtener la preceptiva declaración de fallecimiento, lo que hace teniendo como fundamento los artículos 2.031 y siguientes de la L.E.Civ., 193 y 326 del Código Civil y sus concordantes.
En esta situación de "desaparecida" se encuentras otras muchas miles de personas, asesinadas principalmente entre Julio de 1936 y Febrero de 1937, y a pesar de que en los últimos años de la década de los setenta y principio de los 80 se hicieron muchas inscripciones, el miedo y los problemas a los que se tenían que enfrentar las familias en los juzgados (falta de documentación, exigencia de testigos presénciales, etc..) hizo que muchas "desapariciones" no se hayan inscritos al día de hoy, algo fundamental, entre otras razones para cuantificar legalmente el número de represaliados.
En este caso, Juan Pérez se basa no solo en la memoria oral, sino también en los trabajos de investigación de José L. Gutiérrez Molina, recientemente publicados en el libro: “Casas Viejas: Del crimen a la esperanza. María Silva Libertaria y Miguel Pérez Cordón: Dos vidas unidas por un ideal” (1933-1939).
La petición solicita “finalizar con legal declaración de fallecimiento de Doña María Silva Cruz, si así se estimara procedente, y anotándose éste en el Registro Civil de la localidad de Paterna de Rivera (Cádiz), con la causa de por arma de fuego a consecuencia de la acción de los sublevados en julio de 1936”.
Juan Pérez también denunció -junto a otras familias andaluzas- a la Audiencia Nacional del juez Baltasar Garzón, el pasado 18 de Julio de 2007, la “desaparición” de su madre, estando a la espera de la decisión de abrir el proceso.
Hartos de la manipulación y del abuso en el 4º Turno de la multinacional ubicada en Rubí, B|Braun S.A. y del juego interesado de los comités 'amarillos', un grupo de trabajadores de este turno de trabajo deciden unirse para crear una Sección Sindical de la CNT-AIT, para poder así exigir sus derechos como trabajadores y defender su dignidad frente a los abusos e irregularidades de esta gran multinacional, dirigida por los avaraciosos intereses de los directivos y el apoyo interesado del comité.
Todo ello representó más poder para el empresariado, capaz de establecer su dictadura sin contestación en el lugar de trabajo, así como la profundización en un modelo productivo basado en costes salariales bajos y especulación. En el año 1995, se afirma, hubo dos millones de rescisiones de contrato. La crisis ha vuelto. Arrecian los asaltos de quienes quieren modificar el mercado laboral para ponerle remedio. El ministro de Economía es un tal Pedro Solbes. Y ahora se nos habla de flexiguridad (o flexiseguridad, según guste). Un nuevo nombre para una vieja idea: flexibilizar la relación laboral, hacerla más maleable para el empresariado, es la consigna principal. De la seguridad, ya hablaremos, nunca se la define demasiado. Lo fundamental de la flexiguridad es eliminar las “rigideces” del mercado de trabajo “favoreciendo las transiciones entre un empleo y otro”, así como la “flexibilidad interna” de las empresas.
La rotación en el empleo convertida en norma. El vórtice neoliberal y capitalista que arrastra a nuestro mundo a sus crisis recurrentes siempre encuentra la misma solución : que las crisis las paguen los trabajadores y las trabajadoras. Mientras se dejen, claro.