Había muerto el hombre popular, el hombre de la guerra y la revolución, un anarquista íntegro, el jefe de la Columna de la victoria.
Y moría en los momentos de más peligro, cuando más falta hacía...Era tan querido Durruti por todo el mundo, le amaban tanto los milicianos que el Comité de su Columna publicó el siguiente manifiesto:
¡Venganza! "Frente al enemigo de cara, con el pecho henchido de generosidades, con el fusil en la mano, mano amplia de trabajador, ha sido muerto en MADRID nuestro amigo, nuestro hermano DURRUTI.
Ninguno vale más que otro en nuestras líneas. Pero cualquier vida vale más que todo cuando sabe captarse nuestro cariño. Y nadie más querido, como ninguno más cariñoso, que nuestro DURRUTI.
No lloraremos su muerte, pero nuestros ojos estarán turbios y nuestros puños apretados, hasta que no quede uno vivo de nuestros enemigos. Atacábamos en defensa de un ideal de Libertad. Luchábamos por una vida mejor; no llevábamos en el pecho más que deseos humanos. Pero a todo ello se une ahora una nueva consigna: LA VENGANZA.
Hermanados por DURRUTI en su Columna, hermanémonos para su venganza. LUCHÁBAMOS COMO HOMBRES Y VAMOS A LUCHAR COMO FIERAS.
¡Milicianos de la Columna DURRUTI!,¡¡Hermanos!!,¡Hay que vengar su corazón roto!¡Hay que llevar su nombre por la España fascista, como un nombre de muerte!
El Comité de la Columna