Federico Borrell García había nacido en Benilloba, en Alicante, España, el 3 de abril de 1912. El hijo de Vicente y Maria Borrell García, fue miembro de una gran familia con 3 hermanos y 2 hermanas, que vivían en condiciones de miseria, como la mayoría de la clase obrera en aquellos años. Su padre, un trabajador agrícola, murió en 1917 y la familia se vio obligada a trasladarse a Alcoy a 15 kilómetros del domicilio familiar (Federico mantiene vínculos con Benilloba a través de su estrecha amistad con Gil Doménech Monllor, que fue secretario local de la CNT en el año 1936 ). Alcoy es una ciudad de clase trabajadora con una larga tradición radical. Fue conocido por sus amigos como de la familia de los Tainos, después de la Tanya, apodo que su madre tenía en Benilloba. Empezó su vida laboral en las fábricas textiles de Alcoy. No está claro cuando se convirtió en militante libertario, pero si se sabe que suscribió un documento anarquista de nombre "Redención", publicado en 1930. Fundó la rama local de las Juventudes Libertarias (FIJL) en 1932. Su madre murió en julio de 1933. Como hombre de acción, participa con los miembros de la FAI en la voladura de un transformador eléctrico en octubre de 1934, como uno de los muchos actos de resistencia y sabotaje que se efectuaron en toda España después de que el gobierno central pasase bruscamente a la derecha. Tomó parte en el asalto de los cuarteles de infantería en Alcoy durante la lucha contra las fuerzas de Franco en 1936. Se incorporó a las milicias, a la Columna Alcoyana encabezada por el activista anarquista local, Enrique Vañó Nicomedes. En la mañana del 5 de septiembre de 1936, Federico fue uno de los cincuenta milicianos que llegaron a la aldea de Cerro Muriano (Córdoba) para reforzar la primera línea del frente contra las fuerzas de Varela. Por la tarde, Federico se une a la defensa de la batería de artillería en la retaguardia, cuando las tropas fascistas se infiltran desde detrás de las líneas y comenzaron a disparar, así como por el frente. Federico recibe un disparo y muere instantáneamente. Según los registros, fue el único miembro de la Columna en caer en combate en ese día. En su honor y en el de otro anarcosindicalista de Alcoy, Juan Ángel Ruescas, miliciano de la Columna Espejo, muerto en el frente el 25 de setiembre de 1936, esta última milicia pasa a llamarse "Ruescas-Taino". Las controversias sobre la famosa foto de Capa y las denuncias que se plantearon quisieron dar por falso la realidad captada por el fotógrafo como un documento de la muerte de un miliciano. Sin embargo, en 1996, Mario Brotons, que a la edad de catorce años (!) había servido como miliciano en la Columna Alcoyana, confirma la identidad del sujeto de la fotografía, afirmando que es Federico Borrell, obrero anarcosindicalista. Tras el proceso de calumnias que siguió a la foto de Robert Capa, y con este testimonio, la reputación del fotógrafo fue rescatada y Federico fue sacado de la oscuridad. Federico fue enterrado en una tumba anónima, cerca de donde cayó. Sus restos no han sido localizados.