La Vía Layetana recibió el nombre de Vía Durruti tras la muerte de éste en el frente de Madrid. Narraban los periódicos de la época, que antes de que pasara el cortejo fúnebre, desde primeras horas de la mañana grupos de cenetistas recorrieron la Vía Layetana, colocando en cada uno de los lugares donde había una placa de rotulación, sendos carteles dando el nombre de Buenaventura Durruti a aquella calle. La nueva denominación perduró, hasta la entrada de los fascistas, cuando recuperó su antiguo nombre.