Los dos mil obreros del metal concluyeron ayer su peregrinación a Compostela. Visiblemente cansados por el largo camino, los manifestantes llegaron a San Caetano con la intención de entrar en la Xunta, pero una amplia barrera policial se lo impidió. Durante la protesta, quedaron en un segundo plano Comisiones Obreras y UGT, cuyas intervenciones al finalizar la concentración ante la Xunta fueron incluso silbadas por los trabajadores.
La marcha pacífica llegó a San Caetano con fuerza, a paso rápido. Sin embargo, detrás venía un ejército derrengado por la caminata y el calor. Mucha gente cojeaba. Los organizadores de la protesta habilitaron incluso un espacio para hacer curas a las decenas de trabajadores que llegaban con ampollas por la caminata.
Un duro discurso
Los trabajadores, en un discurso duro, se emplazaron a seguir en la lucha y a no ceder ni un ápice con el objetivo de lograr los incrementos salariales pretendidos.
Dejaron claro a los representantes de la Xunta de falta de educación por no haber tenido la deferencia de recibir a los portavoces de los huelguistas concentrados delante de San Caetano. Pero desde la Administración gallega aseguran no haber recibido ninguna petición por parte de los manifestantes.Sin comentarios.