domingo, 19 de julio de 2009

Rallys en la reserva de la biosfera


El alcalde de Miraflores da la bienvenida a todos los rallys. Circulan en espacios protegidos promovidos por un imputado en el caso Gürtel. La Unesco pide cuentas a Esperanza Aguirre. “Prohibido jugar al balón y montar en bicicleta o patín en toda la zona peatonal, bajo multa de cien euros”. Esta advertencia está en la Plaza de España de Miraflores de la Sierra (6.000 habitantes), Madrid. En el mismo lugar donde el alcalde, Pablo Altozano, del PP, dio el banderazo de salida a un rally el pasado 12 junio. El ruido atronador de los coches de carreras invadió la zona peatonal donde los niños no pueden jugar. Éste no ha sido el único rally. En los últimos siete meses se han celebrado cuatro carreras en Miraflores de la Sierra, Reserva de la Biosfera de la Comunidad, Parque Natural de la Cuenca Alta del Manzanares y Red Natura 2000. El primero fue el Shalymar. Se celebró en noviembre de 2008 durante tres días, con tramos nocturnos y discurrió por las dos únicas Reservas de la Biosfera de la Comunidad, la Cuenca Alta del Manzanares y la Sierra del Rincón, catalogadas por su alto valor ecológico, con especies protegidas como el buitre negro o el águila real. La empresa organizadora pertenece a José Alberto Dorsch, que empezó con una discoteca y hoy cuenta con Shalymar Históricos SL. La Comunidad, lejos de prohibir estas carreras, las impulsa y promociona. La web oficial de la región sitúa el rally Shalymar entre un listado de deportes de interés mundial. El evento fue promocionado por el consejero de Deportes, Alberto López Viejo, quien tres meses después tuvo que dimitir por el caso Gürtel. Desde hace tres años se realizan estos rallys. El ruido es atronador, más de cien vehículos con escape libre, que superan los 80 km/h, circulan incluso a las tres de la mañana por el centro del pueblo. Los rallys arrastran a mucha gente, aparcan en cualquier sitio, por la noche se hacen fuegos y algunos rallys se llevan a cabo en época de nidificación de aves”. El 16 de mayo se celebró el segundo rally de la temporada, el Rallysprint Cerdeda, el Boalo y Mataelpino, con “cuatro pasadas” entre Miraflores de la Sierra y el Puerto de Canencia. Una semana después, otro rally más, el tercero. Su promotor, José Alberto Dorsch, repetía con otra denominación, la de Rally Histórico. Cinco días por los lugares más bellos de la sierra de Madrid, Segovia y Ávila. Navafría, La Morcuera, El Paular, Cotos, Canencia… El alcalde de Miraflores de nuevo daba la bienvenida a la prueba que contó con "ilustres" pilotos como el ex ministro del PP Miguel Arias Cañete. Los grupos ecologistas, que manifestaron su oposición con pancartas, fueron acosados por los vehículos de competición. Recibieron mensajes con amenazas y en los foros de los aficionados podían leerse frases como “por cada rs (rallyspring) que quiten mato un buitre y por cada rally un ciervo”, o “como nos quiten el nacional mato un ecologista”. También los ganaderos manifestaron su rechazo a la celebración de los rallys: “No tenemos por qué aguantar ni un día más ruidos, ni polución, ni cortes de carreteras. Tenemos que guardar a nuestros animales –vacas, ovejas, caballos, toros– y los animales no entienden de carreteras”. Pero el alcalde de Miraflores, Pablo Altozano, no se conmovió y dio en persona la salida al cuarto, el Rally de la Comunidad de Madrid celebrado el 12 de junio. De nuevo los vehículos atronaron y circularon por carreteras estrechas en espacios protegidos con riesgo de incendio. Denuncias Asociaciones ecologistas han denunciado los hechos en la sede de la Unesco de Madrid, sin respuesta. Se tuvo que acudir a la división de este organismo en París, que devolvió la denuncia a Madrid pidiendo explicaciones. A pesar de las denuncias, los grupos municipales en la oposición no se inmutan. La portavoz del PSOE, Ángeles Rodrigo, defiende: “Hemos defendido que se hagan los rallys, pero bien”. El responsable municipal de IU, Pablo Cruz, dice: “Nosotros no estamos en contra a rajatabla. No creo que la Unesco tenga competencias y no queremos dejarnos llevar por opiniones unilaterales. También hacen daño los que vienen a andar, las familias que suben a merendar, los seteros y los coches”.