Que alguien como el recientemente nombrado ministro de Trabajo e Inmigración haya participado activamente como experto (Valeriano Gómez es economista y trabajó como tal en el gabinete técnico de UGT) en el diseño de la reforma laboral aprobada por el Gobierno con la oposición de los "sindicatos" y luego se manifieste en contra de ella el 29 de septiembre, es alguien que podrá tener muchas virtudes -no lo discuto- pero no, precisamente, la de la coherencia.
