martes, 3 de mayo de 2011

La frase

“Nada tan digno de aplauso como un rebelde con blusa o penacho; nada más odioso que un obrero enfangado en la política; es un tránsfuga, un anfibio, un pseudo burgués que aprende todo lo malo de la burguesía, y pierde todo lo bueno de la clase trabajadora. El proletariado noble y altivo no se enrola en banderías, ni sube a los tabladillos electorales; se subleva o se abstiene. Depositar el voto en una ánfora equivale a sancionar el orden establecido, servir de cómplice para justificar las ignominias tradicionales, a cometer la acción de un esclavo, reconociendo en otros el derecho de constituirse en los amos…”


(González Prada: “Antología de Pensamientos”)