La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, "pide perdón" por carta a los 853.072 pensionistas - creyendo que con eso, basta - que, a partir de ahora, verán disminuir sus prestaciones públicas como resultado del aumento del IRPF. Por un lado, la misiva detalla "el incremento del 1% del conjunto de las pensiones del Sistema de la Seguridad Social y otras prestaciones públicas", alegando que "este Gobierno está comprometido con el mantenimiento y mejora de nuestro Estado del Bienestar". Encima cachondeo.
Al mismo tiempo, en un anexo firmado por la directora general del Instituto Nacional de la Seguridad Social, M. Eugenia Martín Mendizábal, se explica que con el "objeto de reducir el déficit público" se ha establecido un "gravamen complementario" a la cuota estatal en el IRPF". Según la Seguridad Social, este aumento fiscal restará a los pensionistas una media de entre 72 y 84 euros al año. Es decir, cobrarán menos dinero líquido al mes. "Lamentando los inconvenientes que esta situación le haya podido ocasionar, le saluda atentamente la directora general".