Nos dijeron tanto los partidos políticos como las empresas de gestión de trabajadores (CCOO Y UGT) que vivíamos en el mejor de los mundos, aún a pesar de que nuestros salarios bajaban día tras día y teníamos que echar mano a nuestras tarjetas de crédito para poder comprar lo que nos decían que necesitábamos, cuando en realidad no era necesario.
Nos engañaron. Devaluaron nuestra vida exigiendo que trabajáramos más y en peores condiciones a cambio de despidos más baratos. Nos dijeron que para terminar con el trabajo temporal había que reformar el mercado laboral, y nos hicieron una reforma laboral firmada incluso por las empresas de gestión de trabajadores (CCOO y UGT).
Nos engañaron. Devaluaron nuestros salarios y el trabajo temporal no desapareció. Aumentó. Nos dijeron que España estaba en primera división y nuestro nivel de vida iría en aumento, que nos empeñáramos, que siempre habría trabajo aunque éste fuera malo. ¡Cómprate una casa!
Nos engañaron. Devaluaron nuestro empleo, nos despidieron una y otra vez y encontramos trabajos más precarios y peor pagados. Todo esto era antes de la crisis. Ahora nos dicen que para salir del hoyo en donde estamos metidos tenemos que rescatar a los bancos y a las empresas (con bajada de impuestos), inyectándoles grandes sumas de dinero, para que los bancos den créditos y las empresas nos contraten.
Nos engañan. Ni los bancos dan crédito ni las empresas contratan. Ahora nos dicen que hay que seguir haciendo sacrificios (como disminuir la inversión en sanidad o educación, reducir la prestación por desempleo, aumentar la edad de jubilación...) o estamos condenados a la catástrofe.
Nos engañan. Los resultados de estas medidas no son lo que se nos ha dicho, sino el beneficio de unos pocos. Los ricos son cada vez más ricos y nosotr@s estamos cada vez peor, ¿siempre nos tenemos que sacrificar l@s mism@s? En conclusión, todo esto no tiene arreglo. La crisis es económica. Y nos venden la economía como algo sumamente complejo sobre lo que una persona de a pié no tiene opción a opinar. Que si las subidas de bolsa, las caídas, los valores, los déficits y toda esa cantidad de gráficos y porcentajes que no sabemos interpretar.
Nos engañan. La economía es el dinero. Y el dinero es lo primero para este sistema. El dinero antes que las personas. El dinero antes que el entorno. El dinero pese a todo lo que pueda arrastrar a su paso y por sus intereses. Cuando trabajamos, trabajamos más, cobramos menos, echamos horas extras casi obligatorias y casi gratuitas, nos suben los impuestos, nos suben los precios,... Estamos atad@s a una rueda de la que es imposible salir.
Nuestra crisis se llama Capitalismo. Por mucho que digan que van a solucionar, la rueda siempre es la misma. No puede cambiar nuestra condición de vida un sistema que hace imposible tu mejora. Frenar la rueda. Parar motores. Accionar el pensamiento que nos conduzca a buscar otras soluciones. Nuestras soluciones.
No volver a confiar en partidos, empresas de gestión de trabajador@s y Gobiernos que van a seguir engañándonos. Mirar alrededor y reconocer en los problemas de l@s demás nuestros mismos problemas. Tomar decisiones conjuntas, solidarias. Luchar por lo que queremos, por lo que merecemos, con la voz y con las manos, siendo conscientes de que un NOSOTR@S puede cambiar el rumbo de las cosas. Hacernos dueñ@s de nuestras vidas.
Nos engañaron. Devaluaron nuestra vida exigiendo que trabajáramos más y en peores condiciones a cambio de despidos más baratos. Nos dijeron que para terminar con el trabajo temporal había que reformar el mercado laboral, y nos hicieron una reforma laboral firmada incluso por las empresas de gestión de trabajadores (CCOO y UGT).
Nos engañaron. Devaluaron nuestros salarios y el trabajo temporal no desapareció. Aumentó. Nos dijeron que España estaba en primera división y nuestro nivel de vida iría en aumento, que nos empeñáramos, que siempre habría trabajo aunque éste fuera malo. ¡Cómprate una casa!
Nos engañaron. Devaluaron nuestro empleo, nos despidieron una y otra vez y encontramos trabajos más precarios y peor pagados. Todo esto era antes de la crisis. Ahora nos dicen que para salir del hoyo en donde estamos metidos tenemos que rescatar a los bancos y a las empresas (con bajada de impuestos), inyectándoles grandes sumas de dinero, para que los bancos den créditos y las empresas nos contraten.
Nos engañan. Ni los bancos dan crédito ni las empresas contratan. Ahora nos dicen que hay que seguir haciendo sacrificios (como disminuir la inversión en sanidad o educación, reducir la prestación por desempleo, aumentar la edad de jubilación...) o estamos condenados a la catástrofe.
Nos engañan. Los resultados de estas medidas no son lo que se nos ha dicho, sino el beneficio de unos pocos. Los ricos son cada vez más ricos y nosotr@s estamos cada vez peor, ¿siempre nos tenemos que sacrificar l@s mism@s? En conclusión, todo esto no tiene arreglo. La crisis es económica. Y nos venden la economía como algo sumamente complejo sobre lo que una persona de a pié no tiene opción a opinar. Que si las subidas de bolsa, las caídas, los valores, los déficits y toda esa cantidad de gráficos y porcentajes que no sabemos interpretar.
Nos engañan. La economía es el dinero. Y el dinero es lo primero para este sistema. El dinero antes que las personas. El dinero antes que el entorno. El dinero pese a todo lo que pueda arrastrar a su paso y por sus intereses. Cuando trabajamos, trabajamos más, cobramos menos, echamos horas extras casi obligatorias y casi gratuitas, nos suben los impuestos, nos suben los precios,... Estamos atad@s a una rueda de la que es imposible salir.
Nuestra crisis se llama Capitalismo. Por mucho que digan que van a solucionar, la rueda siempre es la misma. No puede cambiar nuestra condición de vida un sistema que hace imposible tu mejora. Frenar la rueda. Parar motores. Accionar el pensamiento que nos conduzca a buscar otras soluciones. Nuestras soluciones.
No volver a confiar en partidos, empresas de gestión de trabajador@s y Gobiernos que van a seguir engañándonos. Mirar alrededor y reconocer en los problemas de l@s demás nuestros mismos problemas. Tomar decisiones conjuntas, solidarias. Luchar por lo que queremos, por lo que merecemos, con la voz y con las manos, siendo conscientes de que un NOSOTR@S puede cambiar el rumbo de las cosas. Hacernos dueñ@s de nuestras vidas.
CNT-AIT, Almería