lunes, 31 de diciembre de 2012

Rezos en Varsovia


Es el símbolo de todos los guetos, el mayor que construyeron los nazis. Tras los vigilados muros que separaban a los judíos (el 30% de los ciudadanos de Varsovia, la capital de Polonia) del resto de la población, el gueto era un hacinamiento de seres humanos que —si no morían allí por enfermedad o hambre— eran al final deportados a los campos de concentración.
En tres años de existencia, de 1940 a 1943, el territorio segregado pasó de 400.000 personas a 50.000.

En uno de los pasadizos del antiguo gueto de Varsovia, tras una verja de madera, el artista italiano Maurizio Cattelan (conocido por sus acciones efectistas) ha instalado una estatua que muestra a Adolf Hitler, vestido con traje gris, arrodillado y rezando en uno de los escenarios más simbólicos de la crueldad nazi.

La obra titulada HIM (ÉL) ha atraído a numerosos visitantes y causado una poderosa mezcla de emociones desde que se instaló el mes pasado.
Tal vez para acentuar el misterio y la impresión, sólo se puede ver en la distancia, aunque los expertos en seguridad apuntan que de esa forma se evita un atentado contra la obra.

Cattelan es conocido por sus acciones provocadoras. Una de las más polémicas de este cotizado creador fue La Nona Ora (La novena hora), donde representaba al Papa Juan Pablo II alcanzado por un meteorito.
Este año presentó en Londres una ardilla suicida como metáfora de la angustia adolescente y un símbolo de las Brigadas Rojas convertido en neón navideño.