El anarquismo en la actualidad es sometido por la dominación a una dura dicotomía. O es una ideología caduca y del pasado, o es criminalizado, perseguido y reprimido.El anarquismo, lejos de ser esa ideología que la historiografía burguesa explica como agua pasada, es un movimiento vivo y actual. La autoridad y la explotación del ser humano por el ser humano, mantienen sus estructuras hoy como ayer. El discurso anarquista no puede desaparecer mientras exista cualquier forma de dominación.
La idea antiautoritaria brota y se desarrolla en multitud de regiones del planeta: Argentina, Chile, Grecia, España, Bielorrusia, México, Italia… Muy a su pesar, el Estado y toda idea autoritaria, sigue teniendo como enemigo acérrimo a los anarquistas, a pesar de sus carencias y defectos.
Las técnicas de pacificación social que han creado sujetos serviles, apáticos, consumidores y obedientes, no son suficiente para ahogar la idea anarquista. El Estado, aun teniendo sus armas de atomización y control social como son las escuelas, la televisión, las drogas… sigue utilizando la guerra sucia: cárceles, montajes policiales, criminalización mediática, tortura. La pura esencia del Estado: la violencia para mantener el orden establecido.
La Operación Osadía en Italia, que ha dejado un saldo represivo de varios compañeros y compañeras encarcelados; el acoso policial y mediático en España – creación de la figura mediática del “antisistema” como vándalo revienta manifestaciones pacíficas con el fin de aislar, crear opinión y legitimar la acción represiva contra todo discurso y práctica revolucionaria-; los compañeros encarcelados y perseguidos en Grecia, Bielorrusia, Chile –donde la vieja táctica del montaje tuvo su puesta en escena en el “Caso Bombas”- y multitud de infamias en diversos puntos del planeta ejemplifican que la represión burda y llana sigue siendo un arma del Estado.
Haciendo gala de uno de los principios fundamentales del anarquismo, la solidaridad, queremos mostrar apoyo a todas las personas perseguidas por el aparato represivo de los diferentes Estados del mundo.
Queremos a nuestros compañeros y compañeras en la calle. La solidaridad es un arma de los anarquistas y no una practica caritativa. Lucharemos de forma activa propagando la llama del ideal libertario, teniendo siempre en mente a nuestros compañeros presos.La Federación ibérica de Juventudes Libertarias sigue defiendo el anarquismo como idea honesta, justa, humilde y coherente. Seguimos apostando por la construcción de una sociedad basada en los principios de libertad, horizontalidad, igualdad, federalismo, apoyo mutuo y autogestión. Para nosotros estas ideas no son mera teoría, son un medio y un fin. No convertimos estos valores en mero papel mojado, sino que los ponemos en práctica en nuestro día a día.
Mientras no seamos dueños de nuestras vidas, no cesaremos. Contra el Estado y el Capital. Por el derribo de los muros de las prisiones.
Por la anarquía.
Federación Ibérica de Juventudes Libertarias