Nuestro compañero, cerró anoche la XVIII Semana del Aula Popular, apuntando que, "sin lucha, el concepto de clase se apaga"
Como ya es tradición, la XVIII Semana del Aula Popular José Luis García Rúa finalizó, anoche, con una charla del filósofo anarquista y catedrático emérito de la Universidad de Granada que le da nombre. En esta ocasión y ante numeroso público, José Luis García Rúa (Gijón, agosto de 1923), abordó un asunto del que viene tratando desde hace tiempo: la globalización y sus consecuencias.
Comenzó el filósofo gijonés arreando dialecticamente al politólogo estadounidenese Francis Fukuyama y su teoría del fin de la historia humana, entendida como que la lucha entre las ideologías concluyó. Según Rúa, el politólogo de origen japonés entiende que "lo que triunfa es lo que vale", o lo que es lo mismo, "la defensa a ultranza del sistema liberal", cuando, explicó García Rúa, "la superestructura ideológica depende de la base económica".
Bajo este precepto marxista, el filósofo basó su explicación de la globalización del capitalismo neoliberal, cuyos instrumentos son, entre otros, señaló, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio, todos ellos "revisados por el G7", es decir, el selecto club de las siete naciones más poderosas del mundo.
Pero los verdaderos artífices del poder económico mundial, subrayó García Rúa, son "quinientas transnacionales, de las que cuatrocientas treinta y cinco pertenecen a los países del G7, dominan el 80 por ciento de la economía mundial y dan trabajo a treinta y cinco millones de personas en todo el mundo". Tienen, afirmó Rúa, "un poder inconmensurable" y son los actores que "fuerzan la globalización económica".
También citó el filósofo, para el desarrollo de esa globalización, dos factores: por un lado, "la revolución semiótica, la informática, a partir de los años ochenta (del siglo pasado)", con la que el capitalismo tiene "una mayor agilidad de los medios de pago sin coste" y "el capital financiero no regulado, que creció de una manera vertiginosa".
Respecto a los fundamentos de la globalización, Rúa citó "las rebajas de los salarios, la implantación de un sistema que lleva a un tercio de la humanidad a la miseria, la absolutización del mercado y la dispersión de la clase trabajadora". Con ello, afirmó, "sin lucha, el concepto de clase se apaga".