miércoles, 25 de febrero de 2009

Los galgos, yo te sirvo y tu me maltratas... Os suena?


Gandhi decía que un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales.
En España, la portavoz de Galgos Sin Fronteras (GSF), relata con angustia e impotencia que les es imposible atender a todos los ciudadanos que llaman porque han visto un galgo atropellado, o uno famélico vagando o incluso atado para que mueran de hambre y sed.

En el relato de GSF, se cuenta como una vecina de Toledo, que trabaja en un polígono industrial, llamó llorando a esta protectora, pues vió como atropellaban a uno de los perros que ve vagar. Otra señora, también de Toledo, nos ha contado que estuvo a punto de tener un serio accidente de tráfico por esquivar a un grupo de galgos que iban por una carretera.
Y es que según datos de la protectora, Castilla-La Mancha es la comunidad de la que llegan las peores situaciones.
Pero no es la única. Según la denuncia de una protectora gallega, sólo en Lugo han recogido a 90 perros tras la temporada de caza. ¿Por qué este año es diferente?
Por la impunidad -sentencia GSF-, se han dado cuenta de que se puede abandonar y de que las leyes no sirven para nada.
Y es que el Gobierno prometió en su campaña electoral cambiar la ley de protección animal, pero después de un año ha rechazado esta promesa y las 1,3 millones de firmas presentadas por las protectoras.
"Estamos dando pasos para atrás, el exterminio de más de 50.000 galgos se repite.
En definitiva, se lamenta Cristina, la masacre va a peor, sólo son herramientas de caza de usar y tirar".
" Cada año salvamos a 100, pero mientras damos uno en adopción, nos llegan 20 casos de abandono por otro lado.
Y tienen claro lo que muchos dueños de galgos se saltan a la ligera:
"Un animal no puede vivir en un zulo comiendo pan duro; si se tienen más de cinco galgos se debe tener el terreno acondicionado como núcleo zoológico, y cada perro debe llevar microchip. Cada vez hay más casos en los que se ha arrancado la información o, al pasar el lector, no hay nada. "