Sin importar la edad, condición económica ni religión, en menos de una década más de 5,200 guatemaltecas han sido asesinadas y en muchos casos los agresores se han ensañado con sus cuerpos, que han aparecido mutilados.
Los asesinatos de mujeres se han elevado en más de un 100% del 2000 a la fecha en el país, toda vez que a principios de este siglo se mantenía una media de 350 crímenes anuales, mientras que el año pasado llegaron a 720.
Solo en lo que va del año, al menos 200 mujeres han sido asesinadas en este país centroamericano, donde la violencia cobró el año pasado 6.500 vidas, cifra superior al promedio anual de 5,500 que se registraba durante la guerra civil de 1960 a 1996.
Guatemala posee una tasa de 48 homicidios por cada 100 mil habitantes, una de las más altas del mundo, y el 83% de los asesinatos son cometidos con armas de fuego, según un informe basado en datos oficiales.
Más de 5.200 mujeres fueron asesinadas en la última década y que, pese a esta gran cantidad de crímenes, en los últimos seis años solo se ha capturado a unos 200 sospechosos.
En Guatemala, la impunidad alcanza casi a la totalidad de los casos llevados ante los tribunales, han denunciado funcionarios de la ONU.
"A partir de la vigencia de la ley contra el femicidio y otras formas de violencia contra la mujer (mayo de 2008) al Organismo Judicial ingresaron 17.687 casos, donde se emitieron 75 sentencias, de las cuales 18 fueron absolutorias y 57 condenas", dijo López.
En ese mismo lapso, el Ministerio Público recibió 31.000 denuncias por violencia contra la mujer.
Los crímenes de mujeres tienen una secuela social, pues la mayoría de las víctimas eran madres solteras y dejan a niños huérfanos, quienes son víctimas del abandono por falta de políticas estatales y, muchas veces, su única alternativa es vincularse con la delincuencia.
Ante ello, se demanda al Estado implementar una política para atender a los huérfanos para impedir que queden desamparados y evitar la desintegración familiar debido a que los niños son separados y distribuidos a diferentes hogares.
Una sociedad que mata a sus mujeres, es una sociedad muy enferma. La muerte de mujeres es un fenómeno histórico de orden social (en Guatemala), no es un asunto privado, es un fenómeno que afecta a la sociedad en su conjunto.
Guatemala supera a sus países vecinos en la cantidad de asesinatos de mujeres.
El año pasado hubo 720 mujeres asesinadas en Guatemala, 579 en El Salvador, 529 en México, 405 en Honduras y 79 Nicaragua (79), citando datos oficiales y de organizaciones privadas.