La reciente intentona de criminalizar al movimiento zapatista así como a quienes sostienen la legítima solidaridad internacional, no es más que otra agresión de la escalada represiva que viven los pueblos de México. Asesinatos, encarcelamientos, ataques a las comunidades, persecusión y amenazas continuas; en una labor ininterrumpida con la que pretenden sembrar el terror y frenar el desarrollo de las dignas resistencias y alternativas que se van forjando desde abajo y a la izquierda.
No es de extrañar entonces que ahora intenten criminalizar las justas luchas y también las solidaridades que expresan lo mejor de la fraternidad entre los pueblos . El internacionalismo solidario como demostración de dignidad, de reconocimiento y de compromiso con las luchas de Liberación de los oprimidos y explotados donde quiera que se encuentren.
Una solidaridad activa que no se niega ni se oculta, una solidaridad abierta que se proclama y realiza a la luz pública. Abierta como una mano tendida a los pueblos en resistencia, en permanente invitación a que se incremente el apoyo a todas y cada una de las instancias y proyectos de la auto organización popular en lucha.
Campañas y aportes solidarios sin fronteras para el desarrollo de la educación, de la salud, de la defensa integral de todos los derechos a organizarse y resistir para existir. Campañas que se anuncian, se realizan y se entregan sus resultados, pública y dignamente. Cómo pública y dignamente los reciben sus destinatarios.
A la vista están las necesidades de las comunidades en resistencia, como a la vista están sus logros, los alcances en todos los niveles de sus construcciones sociales autónomas, es decir soberanas e independientes de cualquier poder extraño a ellas mismas.
Si hay un movimiento ejemplar, en lo que se refiere a ser dueños del propio destino y no instrumento de nadie, es justamente el movimiento zapatista, sus comunidades, sus expresiones organizativas que garantizan vida y dignidad para el conjunto, todas ellas fundamentales e inseparables pues garantizan la integridad del proyecto de liberación en marcha.
La solidaridad internacional, hoy más que nunca proclama abiertamente su apoyo incondicional al EZLN, a los pueblos que lo integran y sostienen, a sus responsables y miembros, así como a cada victima de la represión y la opresión de los malos gobiernos y sus aliados.
No pasará este nuevo intento de criminalizar luchas y solidaridades plenamente justas, necesarias y dignas.
La lucha sigue, la solidaridad sigue y se multiplicará ante cada nueva amenaza y agresión.
La autonomía zapatista se comprende y se respalda en consecuencia. Toda la solidaridad para desarrollar más y mejor salud, más y mejor educación, más y mejor defensa de las comunidades. Más y mejor denuncia de cada violación de los derechos de los pueblos.
Cada nueva amenaza, cada nueva agresión se ha de transformar en una nueva convocatoria a la denuncia y la solidaridad.
Una vez más, en la palabra y en los hechos: l@s zapatistas no están sól@s!
No es de extrañar entonces que ahora intenten criminalizar las justas luchas y también las solidaridades que expresan lo mejor de la fraternidad entre los pueblos . El internacionalismo solidario como demostración de dignidad, de reconocimiento y de compromiso con las luchas de Liberación de los oprimidos y explotados donde quiera que se encuentren.
Una solidaridad activa que no se niega ni se oculta, una solidaridad abierta que se proclama y realiza a la luz pública. Abierta como una mano tendida a los pueblos en resistencia, en permanente invitación a que se incremente el apoyo a todas y cada una de las instancias y proyectos de la auto organización popular en lucha.
Campañas y aportes solidarios sin fronteras para el desarrollo de la educación, de la salud, de la defensa integral de todos los derechos a organizarse y resistir para existir. Campañas que se anuncian, se realizan y se entregan sus resultados, pública y dignamente. Cómo pública y dignamente los reciben sus destinatarios.
A la vista están las necesidades de las comunidades en resistencia, como a la vista están sus logros, los alcances en todos los niveles de sus construcciones sociales autónomas, es decir soberanas e independientes de cualquier poder extraño a ellas mismas.
Si hay un movimiento ejemplar, en lo que se refiere a ser dueños del propio destino y no instrumento de nadie, es justamente el movimiento zapatista, sus comunidades, sus expresiones organizativas que garantizan vida y dignidad para el conjunto, todas ellas fundamentales e inseparables pues garantizan la integridad del proyecto de liberación en marcha.
La solidaridad internacional, hoy más que nunca proclama abiertamente su apoyo incondicional al EZLN, a los pueblos que lo integran y sostienen, a sus responsables y miembros, así como a cada victima de la represión y la opresión de los malos gobiernos y sus aliados.
No pasará este nuevo intento de criminalizar luchas y solidaridades plenamente justas, necesarias y dignas.
La lucha sigue, la solidaridad sigue y se multiplicará ante cada nueva amenaza y agresión.
La autonomía zapatista se comprende y se respalda en consecuencia. Toda la solidaridad para desarrollar más y mejor salud, más y mejor educación, más y mejor defensa de las comunidades. Más y mejor denuncia de cada violación de los derechos de los pueblos.
Cada nueva amenaza, cada nueva agresión se ha de transformar en una nueva convocatoria a la denuncia y la solidaridad.
Una vez más, en la palabra y en los hechos: l@s zapatistas no están sól@s!