Alemania se propone enjuiciar a 50 nonagenarios vigilantes del campo de exterminio de Auschwitz. Apenas quedan supervivientes que puedan reconocer a los 50 ancianos, en su mayoría alemanes, que serían cómplices del Holocausto.
La Oficina Central Investigadora de los Crímenes del Nacionalsocialismo en Alemania se propone llevar ante la Justicia a unos 50 nonagenarios, por presunta complicidad con el régimen nazi en su calidad de vigilantes del campo de exterminio de Auschwitz, en territorio de Polonia.
El citado estamento tiene ya diligencias previas contra los sospechosos y quiere que se les abra sumario, de acuerdo al modelo del proceso seguido entre 2010 y 2011 contra el ucraniano John Demjanjuk.
Tras un largo proceso, Demjanjuk, quien vivía en Canadá desde hacía décadas, fue extraditado a Alemania y condenado a cinco años de cárcel por complicidad en la muerte de casi 30.000 judíos en el campo de exterminio de Sobibor, en la Polonia ocupada.
El juicio contra Demjanjuk, muerto unos meses después de escuchar sentencia, estuvo lastrado por el estado de salud del procesado, quien asistió a las vistas en silla de ruedas o en una camilla y se pronunció sobre los cargos imputados a través de sus abogados.
Los casos que ahora pretenden instruirse se dirigen a ciudadanos en su mayoría alemanes, que viven en distintas partes del país y a los que ese departamento, creado en 1958, ha logrado identificar y localizar.
Como en el caso de Demjanjuk, el proceso se prevé dificultoso, puesto que apenas quedan supervivientes de Auschwitzcapacitados para reconocerlos, dada la avanzada edad tanto de los presuntos cómplices como de los propios testigos.
Unos 68 años después del fin de la II Guerra Mundial, tanto la oficina que investiga los crímenes del nazismo como el colectivo judío consideran que merece la pena instruir los casos a modo de reparación simbólica para las víctimas de Auschwitz.