No le demos más vueltas y llamemos a las cosas por su real y auténtico nombre. Lo que ha pasado últimamente en la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), Córdoba 2010 y Zaragoza 2015, es un verdadero golpe de poder ejecutado dentro de la organización anarcosindicalista. Las élites dirigentes actuales, así se les puede llamar, que están en los cargos orgánicos, han tomado las riendas del sindicato, sin tener en cuenta que éste ha funcionado de abajo a arriba y no a la inversa.
Una lectura atenta y pausada, de los diversos informes emitidos por los sindicatos, nos confirma que la deriva reformista a la que quieren abocar al anarcosindicalismo español, si no se reacciona de manera clara y sin paliativos, es irreversible; y la escisión dentro de la Confederación no tiene vuelta de hoja.
La revista Orto, Revista cultural de ideas ácratas, quiere manifestar, de manera abierta y contundente, su radical oposición a la postura ejecutivista de quienes “gestionan” de manera totalitaria la organización, trabajan para que ésta pierda su básica identidad anarcosindicalista, de profundas raíces anarquistas y libertarias.
Haciéndonos eco de la postura del Sindicato de Oficios Varios de Badalona, en cuyo local la revista tiene su sede, y cuyos miembros de redacción y de apoyo forman parte del sindicato, hemos decidido, por lo acertado de sus puntos de vista sobre la situación actual de la Confederación, dar a conocer, en parte, lo elaborado por su militancia, ya que es posible que a la alta jerarquía, que rige los destinos del sindicato a nivel estatal, en algún momento decida, por el ¡ordeno y mando! que le caracteriza, no pasar a los sindicatos confederales lo expresado por la militancia badalonesa.
He aquí las conclusiones, provisionales, que en reunión de julio pasado se tomaron en ella:
1) Desde el Congreso de Córdoba, ha ido paulatinamente dando pasos hacia un modelo de CNT que se aleja, día a día, y cada vez más, del anarcosindicalismo que es consustancial a la misma.
2) Asumimos la opinión de los compañeros del SOV de Madrid, BN 7182, en cuanto al desarrollo histórico de muchos acontecimientos y que no vamos a repetir.
3) Aquí, durante años, se ha estado trabajando de cara a vaciar la Organización de Sindicatos que denunciaban las frecuentes transgresiones de la Normativa Orgánica. Se expulsa a Sindicatos que denuncian las muchas y graves prácticas corruptas y mafiosas en la Regional Andaluza. Una Comisión Nacional investiga la cuestión y dicen que son ciertos los hechos denunciados y el sindicato que es expulsado es el que denuncia esa corrupción.
4) Inorgánicamente se expulsa a parte de la Regional de Levante por parte de un Pleno Confederal de Regionales, que no tiene potestad normativa para hacerlo.
5) Hay sindicatos que se van asqueados por la deriva reformista que lleva la Organización.
6) Sin acuerdos de los sindicatos, y ejecutivamente, el Comité Confederal decide no cotizar a la AIT. Mientras esto era así, los Sindicatos seguimos cotizando a la AIT. Para nosotras y nosotros está muy claro, hay grupos de presión interna que llevan años agazapados para hacer de la CNT una organización cercana al Sistema.
7) Y llegamos al XI Congreso de Zaragoza de 2015, y vimos claro cómo estaba todo orquestado para dar la puntilla a la CNT. Los mismos que en Congresos anteriores ya proponían la eliminación de los Sindicatos de Oficios Varios con 5 cotizantes, para así disminuir el número votos que no iban en su línea, en éste amañado Congreso, las votaciones demostraron que había acuerdos previos, lo consiguieron de manera harto elocuente. Las mesas de debate, fue otro de los fraudes que se produjeron a lo largo de las sesiones del XI Congreso.
Tenemos muy claro que la medida era, y es, no tener opiniones contrarias a su manera posibilista de cómo tiene que ser la CNT. Dicho Congreso, sin estar en el Orden del Día, y por tanto sin haber sido hablado en las Asambleas de los Sindicatos, que son soberanos en la CNT, se toman acuerdos para cargarse a la AIT, y hacer un nuevo engendro con organizaciones que son afines al Sistema.
En ese Congreso lo que se tenía que haber acordado era la expulsión de aquellos que decidieron, por su cuenta, no cotizar a la AIT. Y efectivamente, en ese Congreso, que refunda una nueva internacional del anarcosindicalismo (C.I.T.), hacen acto de presencia una variopinta gama de organizaciones pactistas, posibilistas y reformistas, las cuales dan soporte ideológico y económico a la naciente internacional.
Y para colmo de despropósitos, como unos auténticos granujas de bajos fondos, presentan varias denuncias contra afiliadas y afiliados, sin acuerdos orgánicos de los Sindicatos que componen la Confederación. Que no nos vengan con monsergas afirmando, con una caradura que se la pisan, que el Comité Confederal tiene atribuciones para ello. Esto de presentar denuncias se ha hecho con la única intención de sacar dinero. Con ello dejan muy claro sus intenciones futuras: conseguir una CNT de la cual sea posible vivir, mediante liberados y subvenciones estatales. Ejemplos no faltan: CC.OO, UGT, SAC, USI, CGT, y un largo etcétera.
Hasta aquí, de momento, la esclarecedora aportación al debate de las compañeras y compañeros del SOV de Badalona. Pero la redacción de la revista tiene más cosas que decir. La revista ORTO, cumplió el pasado abril, nada menos que treinta y ocho años de existencia. En la actualidad es la única, de pensamiento ácrata, que ha resistido el paso de los años (este número es el 190, ¡que no es poco!) y que no ha dejado de editarse desde que se fundó en Barcelona, gracias a la generosidad económica y de trabajo altruista de decenas de colaboradores y colaboradoras.
Tuvo su primera aparición pública en unas concurridas Jornadas Libertarias, celebradas en las localidades de Cerdanyola y Parets del Vallés (provincia Barcelona), una primavera de 1980. Por desgracia no han tenido la misma suerte la histórica Estudios (Valencia) y Adarga (Madrid). En Orto llevamos con orgullo ser los continuadores de quienes la fundaron, y dieron lo mejor de sí para que fuese una revista de gran altura de miras, con plumas muy diversas y de gran enjundia humana e intelectual. Con magníficos colaboradores (mujeres y hombres) en varios continentes, los cuales, con el paso de los años, nos han ido dejando, el tiempo no perdona. Sus vidas, sus ideas calaron muy profundamente en nosotras y nosotros y por ello continuamos en la lucha. Eran entusiastas seguidores del ideal anarquista y anarcosindicalista; por lo tanto, en su honor, en su memoria, en su imborrable recuerdo va esta breve editorial: Revista Orto, en defensa del anarcosindicalismo. Orto no es, en absoluto, ni será nunca, ajena a los difíciles momentos por los que está pasando el anarcosindicalismo (CNT-AIT), tanto en España como en otros países. Podríamos contar mucho sobre el por qué y cómo se ha llegado hasta esta insostenible situación orgánica y vital (no es el lugar ni, mucho menos, el momento adecuado).
Podríamos contar las múltiples zancadillas que nos han puesto desde fuera de la CNT, no duelen tanto como otras muchas venidas desde dentro de nuestra sufrida Organización sindical (éstas duelen duramente: ¡¡¡como puñal en garganta!!!), pero a pesar de los muchísimos inconvenientes seguimos y seguiremos en la lucha por un mundo más libre, más justo, más humano, sin vividores ni parásitos, sin gobernantes ni gobernados, sin élites que nos digan: dónde, cuándo y cómo tenemos que hacer las cosas. ¡VIVA LA CNT-AIT!
Tenemos muy claro que la medida era, y es, no tener opiniones contrarias a su manera posibilista de cómo tiene que ser la CNT. Dicho Congreso, sin estar en el Orden del Día, y por tanto sin haber sido hablado en las Asambleas de los Sindicatos, que son soberanos en la CNT, se toman acuerdos para cargarse a la AIT, y hacer un nuevo engendro con organizaciones que son afines al Sistema.
En ese Congreso lo que se tenía que haber acordado era la expulsión de aquellos que decidieron, por su cuenta, no cotizar a la AIT. Y efectivamente, en ese Congreso, que refunda una nueva internacional del anarcosindicalismo (C.I.T.), hacen acto de presencia una variopinta gama de organizaciones pactistas, posibilistas y reformistas, las cuales dan soporte ideológico y económico a la naciente internacional.
Y para colmo de despropósitos, como unos auténticos granujas de bajos fondos, presentan varias denuncias contra afiliadas y afiliados, sin acuerdos orgánicos de los Sindicatos que componen la Confederación. Que no nos vengan con monsergas afirmando, con una caradura que se la pisan, que el Comité Confederal tiene atribuciones para ello. Esto de presentar denuncias se ha hecho con la única intención de sacar dinero. Con ello dejan muy claro sus intenciones futuras: conseguir una CNT de la cual sea posible vivir, mediante liberados y subvenciones estatales. Ejemplos no faltan: CC.OO, UGT, SAC, USI, CGT, y un largo etcétera.
Hasta aquí, de momento, la esclarecedora aportación al debate de las compañeras y compañeros del SOV de Badalona. Pero la redacción de la revista tiene más cosas que decir. La revista ORTO, cumplió el pasado abril, nada menos que treinta y ocho años de existencia. En la actualidad es la única, de pensamiento ácrata, que ha resistido el paso de los años (este número es el 190, ¡que no es poco!) y que no ha dejado de editarse desde que se fundó en Barcelona, gracias a la generosidad económica y de trabajo altruista de decenas de colaboradores y colaboradoras.
Tuvo su primera aparición pública en unas concurridas Jornadas Libertarias, celebradas en las localidades de Cerdanyola y Parets del Vallés (provincia Barcelona), una primavera de 1980. Por desgracia no han tenido la misma suerte la histórica Estudios (Valencia) y Adarga (Madrid). En Orto llevamos con orgullo ser los continuadores de quienes la fundaron, y dieron lo mejor de sí para que fuese una revista de gran altura de miras, con plumas muy diversas y de gran enjundia humana e intelectual. Con magníficos colaboradores (mujeres y hombres) en varios continentes, los cuales, con el paso de los años, nos han ido dejando, el tiempo no perdona. Sus vidas, sus ideas calaron muy profundamente en nosotras y nosotros y por ello continuamos en la lucha. Eran entusiastas seguidores del ideal anarquista y anarcosindicalista; por lo tanto, en su honor, en su memoria, en su imborrable recuerdo va esta breve editorial: Revista Orto, en defensa del anarcosindicalismo. Orto no es, en absoluto, ni será nunca, ajena a los difíciles momentos por los que está pasando el anarcosindicalismo (CNT-AIT), tanto en España como en otros países. Podríamos contar mucho sobre el por qué y cómo se ha llegado hasta esta insostenible situación orgánica y vital (no es el lugar ni, mucho menos, el momento adecuado).
Podríamos contar las múltiples zancadillas que nos han puesto desde fuera de la CNT, no duelen tanto como otras muchas venidas desde dentro de nuestra sufrida Organización sindical (éstas duelen duramente: ¡¡¡como puñal en garganta!!!), pero a pesar de los muchísimos inconvenientes seguimos y seguiremos en la lucha por un mundo más libre, más justo, más humano, sin vividores ni parásitos, sin gobernantes ni gobernados, sin élites que nos digan: dónde, cuándo y cómo tenemos que hacer las cosas. ¡VIVA LA CNT-AIT!