Ha pasado más de un siglo desde que en Illinois un tribunal estadounidense condenase a 8 compañeros anarquistas, ejecutando a 4 de ellos y empujando a la muerte a un quinto, en su celda. Ha llovido mucho desde aquella primera generación de anarquistas organizadxs y conscientes de su propia identidad, y sin embargo estamos lejos de alcanzar ese bello ideal que ya entonces se extendía por todo el globo. La jornada de memoria y lucha que era el Primero de Mayo se ha ido blanqueando hasta convertirse en una fiesta vacía de contenido revolucionario, una fiesta en la que políticos, instituciones y organizaciones autoritarias se han apropiado de su significado hasta asimilarlo y pacificarlo. Pero la AIT nunca olvidó a lxs suyxs y año tras año se ha esforzado por mantener vivas las palabras de aquellxs que dieron su vida por la Idea.
Con esta convicción, la federación que formamos los sindicatos de la CNT-AIT de Madrid volvió a tomar las calles para alzar la voz en defensa de lxs oprimidxs. Sin duda, ha sido un año extraño en el que hemos tenido que adaptarnos a las circunstancias provocadas por la pandemia, pero también ha sido un año de crecimiento y de reorganización a muchos niveles. Todo ello se ha hecho notar y el resultado ha sido satisfactorio y esperanzador.
Como es ya tradición en Madrid, la manifestación comenzó en Valdeacederas, tomando Bravo Murillo en dirección Cuatro Caminos. Aún no habíamos empezado a caminar cuando surgió el primero de varios incidentes. Un grupo de nazis trató de infiltrarse en la cola de la manifestación, provocando la reacción de un grupo grande de compas que rápidamente les expulsaron. Su fracasado intento de montar una escena digna de ocupar los titulares y conseguir arañar así un poco de protagonismo en un día en el que no tiene donde meterse quedó en nada.
La manifestación consiguió arrancar pese a las provocaciones, en un ambiente de complicidad y compañerismo de los que reconfortan el corazón de todxs aquellxs que creemos en una sociedad de iguales construida en libertad. La columna bajaba por esta arteria del barrio de Tetuán, creciendo paso a paso. Llegado a un punto del recorrido, la cabecera de la manifestación decidió tomar todos los carriles de la avenida, tal y como habíamos avisado a Delegación del Gobierno que haríamos. Pero las unidades de antidisturbios que el Estado tuvo la amabilidad de enviarnos no nos lo permitieron. Una vez más, evitamos caer en sus provocaciones y decidimos continuar la marcha a pesar de las apreturas.
Pero aún nos quedaba por soportar un abuso más por parte de un cuerpo represivo conocido por su chulería y autoritarismo. El compañero encargado de fotografíar el acto fue increpado y empujado repetidas veces por un antidisturbios que llevaba todo el recorrido complicándole la vida, impidiéndole salir y entrar del grupo para poder cumplir con esa tarea. Le separaron a tirones de nosotrxs y le identificaron, mientras tratábamos de llegar hasta él.
A pesar de los contratiempos llegamos al final del recorrido, donde dos compañeros de la Federación Local dedicaron unas palabras a hablar de la situación tan adversa que viven las clases explotadas y de la importancia de organizarnos para hacerle frente. Además, en un día como este no podíamos olvidar rendir homenaje a Marijose, compañera del Sindicato de Enseñanza e Intervención Social de la CNT-AIT de Madrid fallecida el pasado 3 de marzo por culpa del autoritarismo y el desprecio de la dirección del instituto donde trabajaba. El compañero, también parte de la Sección Sindical de dicho instituto, animó a todxs lxs presentes a que acudieran a la concentración con la que, la próxima semana, llevaremos este funesto conflicto a las puertas de la Consejería de Educación. Cerramos la jornada guardando un minuto de silencio en memoria de Marijose y recordando las palabras de lxs compas de Distrito 14, a lxs que queremos mandar un fraternal abrazo: “si su lucha es hasta matar, nuestra lucha será hasta morir”.
Así pues, animamos a luchar, más allá de las ideas, por la coherencia de las mismas. Porque sin ella, el autoritarismo siempre tendrá un lugar en el que poder crecer hasta doblegarnos a sangre y fuego. Es un compromiso duro. Es ir contra la corriente que hace que cuestionemos las formas, pero no el fondo. Es ahí dónde el anarquismo, en su análisis radical de la realidad, insiste en que la lucha no debe comprometerse con votos y subvenciones, ni tener lazos con partidos que representan ese mismo principio de autoridad que tanto daño ha hecho a este mundo. Si no entendemos que el sistema representativo en todas sus formas es antagonista de la lucha social, estaremos condenadxs al fracaso y a la desesperanza.
El federalismo libertario se construye desde la confianza y la complicidad.
No olvidemos nunca esa lección histórica.
Por la lucha anarquista, ¡larga vida a la AIT!