El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha puesto las cosas claras a la Fundación Francisco Franco. En una reciente sentencia, ha ratificado que la organización no está legitimada para recurrir todos los cambios acometidos en el callejero de la capital por orden del Gobierno municipal de Manuela Carmena en aplicación de la Ley de Memoria Histórica y, al mismo tiempo, ha determinado que en los que sí lo está, aquellos nombres de calles que hacen referencia al dictador, la modificación del nombre y la retirada de la placa están justificados.
En la resolución, los magistrados de la Sección Segunda de la Sala de lo Contencioso-Administrativo afirman que "el vínculo entre los fines de la Fundación y el cambio de nombre de unas calles de la ciudad de Madrid es tan difuso" que les "debe llevar a apreciar la falta de legitimación activa de la Fundación". "Sostener lo contrario sería tanto como admitir una suerte de acción pública de la Fundación para recurrir cualquier acto o disposición reglamentaria que altere o incida en situaciones acontecidas durante la etapa de la Guerra Civil o aquella en la que Francisco Franco fue jefe del Estado español, lo que no es admisible", explican.
La Fundación franquista impugnó el cambio de nombre de las 52 vías que aprobó el Ayuntamiento de Madrid en 2017. Pero el TSJM sólo reconoce la legitimidad del colectivo para recurrir sobre dos de ellas, la Travesía General Franco y la Avenida del Caudillo, por ver un "vínculo" con los fines estatutarios de la Fundación. Ahora bien, el tribunal confirma la eliminación de ambas calles al haberse aplicado correctamente la Ley de Memoria Histórica, ya que estos nombres implican "una exaltación de los tres hitos históricos que contempla" la norma, esto es, la Guerra Civil, la dictadura y la represión franquista. "Resulta inevitable relacionar a Francisco Franco con la guerra civil y con el régimen político surgido de ella, por lo que el recurso de apelación de la Fundación debe ser desestimado", subraya.
