El conflicto laboral contra la Clínica Nutrición y Genes – Dolores Saavedra continúa presentándose de cara. El pasado 8 de abril algunos compañeros del Sindicato de Oficios Varios de CNT-AIT Madrid acompañamos al juicio a nuestra compañera por la reducción de jornada de 30h a 20h semanales que le impusieron desde el mes de enero.
A pesar de que la empresa trató, como en ocasiones anteriores, de solucionar la cuestión en conciliación, se acabó celebrando el juicio. Si bien la empresa ya había pagado la diferencia salarial el día anterior alegando que había sido un “error del banco”, no estaba dispuesta a reconocer que la modificación sustancial de las condiciones laborales fue una forma de presión para que la trabajadora que reclama sus derechos se fuera voluntariamente.
La reducción de jornada vino planteada por la empresa por una bajada de ingresos del año 2020 respecto al 2019, sin embargo, un par de meses antes y una vez el conflicto laboral estuvo sobre la mesa, la empresa publicó una oferta de trabajo de médico, que se presentó a través del Colegio Oficial de Médicos de Madrid para cubrir el turno de tarde, horas que le quitaron a nuestra compañera. La empresa también llevó como prueba las cuentas que demostraban que, si bien en el tercer trimestre había ganado unos 4000€ menos que el año anterior, en el cuarto trimestre, al final del cual decidieron hacer la reducción de jornada a nuestra compañera por “motivos económicos”, la empresa ganó unos 8000€ más.
La Fiscalía vio claramente que había una vulneración de derechos, pues nada indicaba que la empresa estuviera descontenta o imposibilitada económicamente para continuar con la anterior jornada de la trabajadora, salvo por las reclamaciones que había realizado. Opinión que ayudó a formar la empresa haciendo hincapié en que por la intervención del sindicato y las sucesivas demandas impuestas por nuestra compañera se dificultaba la relación laboral.
Días después se emitió la sentencia reconociendo la vulneración de derechos fundamentales y obligando a la empresa a anular la reducción de jornada y a indemnizar económicamente a nuestra compañera por los daños y perjuicios ocasionados.
El siguiente paso es el juicio por el despido, en el que se reclama la nulidad del mismo por ser la última consecuencia de que esta trabajadora haya exigido el cumplimiento de sus derechos laborales. La empresa no quiere reconocer que sus abusos de poder, acoso laboral y represión sindical no quedarán impunes; ante ello, este sindicato seguirá apoyando y luchando por los derechos laborales de nuestra compañera.