SOS Racismo considera que en España existe una "visión alarmista y distorsionada" del fenómeno migratorio que puede determinar una "radicalización del rechazo social" a los inmigrantes. Así, a lo largo del último año, las oficinas de esta ONG han registrado quejas vecinales contra la presencia de extranjeros en las calles, casos de insultos, agresiones y amenazas racistas "sin ninguna otra razón que la de no ser del lugar". El panorama se completa con la existencia de un millón de personas "sin papeles". En España existen más de 300 web y foros en Internet en los que se incita a la discriminación y al odio contra diversos colectivos, entre ellos, las personas inmigrantes, según Informe Anual 2007 sobre el racismo en España presentado este jueves por esta ONG. A lo largo de diez capítulos, el informe repasa la situación del racismo en la Unión Europea y España, el fenómeno de la inmigración, las desigualdades del pueblo gitano, el tratamiento de estas informaciones por los medios de comunicación y los partidos políticos o la difusión del discurso xenófobo por la extrema derecha. El informe recoge datos proporcionados por la Policía, a inicios de 2006, según los cuales existirían entre 11.000 y 15.000 jóvenes integrantes de distintas bandas de ultraderecha. Sin embargo, a pesar de ello, advierte de que hay un "sensible descenso" de las detenciones de ultras y neonazis por actos violentos (50 en 2006, frente a 142 en 2005) y entiende que no supone una prioridad. Es más, SOS Racismo afirma que durante 2006 sus oficinas recibieron "decenas" de denuncias de ciudadanos por "abusos de agentes de los cuerpos de seguridad". Según el informe, algunos miembros de estos cuerpos destacan la "tendencia a parar a personas en situación de desventaja social" y a tratar a los colectivos gitano y de inmigrantes de manera menos respetuosa que al resto de los ciudadanos. Esta actitud también ha sido detectada en agentes de seguridad privada. En este sentido, expresa su preocupación por el "racismo social" y la relación de aspectos como la precariedad laboral, la delincuencia, el acceso a la vivienda o las formas de agrupación de adolescentes con la inmigración a modo de "chivo expiatorio". Por otro lado, esta ONG alerta del crecimiento de discursos conservadores y de extrema derecha en la Unión Europea, así como de "la política de fronteras hacia el sur", delegando el control a países de origen de la inmigración, "que no respetan los principios democráticos". De este modo, señala que el refuerzo de la seguridad en las fronteras marroquíes ha llevado a los subsaharianos a viajar por mar. SOS Racismo apunta que el año pasado se recuperaron 600 cadáveres en las costas españolas, mientras que el Gobierno Canario cifra en 31.000 los ahogados por tratar de alcanzar el archipiélago. Esta ONG también critica el tratamiento que se ofrece a los menores extranjeros o la vulneración de derechos laborales (una tasa de mortalidad cinco veces superior a la de los españoles). Por todo ello, realiza una serie de propuestas como la derogación de la Ley de extranjería, revocación de los acuerdos de readmisión con los estados africanos, así como una modificación legal para reconocer el derecho al voto a los extranjeros. A pesar de que gran parte del informe afecta a la inmigración, SOS Racismo señala que el pueblo gitano es el colectivo que suscita mayor rechazo en España: según el CIS, el 40% de los españoles le molestaría tener por vecinos a familias gitanas. SOS Racismo denunció que tras el proceso extraordinario de regularización en España sigue habiendo entre 750.000 y un millón de personas en situación irregular, porque el 15% de los que normalizaron su situación entonces --557.800 en total-- no han conseguido renovar sus permisos en 2006 y han vuelto a engrosar las listas de indocumentados.