La solicitación en confesión son las palabras, actos o gestos que, por parte del confesor, tienen como finalidad la provocación, incitación o seducción del penitente, con la condición de que dichas acciones se realicen durante la confesión, antes o después de ella, o bien cuando finge estar confesando aunque de hecho no sea así, es decir, es toda incitación sexual o requerimiento amoroso, que un confesor hace al fiel aprovechando el acto de la confesión, y si éste es denunciando ante las autoridades eclesiásticas o judiciales por el penitente, el cura amparado en el secreto de confesión no confesará ni pío, o sea, carta blanca para abusar en cualquier sentido del feligrés arrepentido que busca ayuda espiritual y moral con el sacerdote. Esto se lleva a cabo con el beneplácito del papa y sus secuaces, así como por determinados gobiernos en los diferentes estados del mundo, y gracias a esto, diferentes pedófilos que militan en la iglesia católica como sacerdotes se quedan impunes, con la protección del Vaticano.