jueves, 14 de febrero de 2008

La casa CNT-FAI... un poco de historia


En la calle Mercaders n° 25, se encontraba el local del Sindicato de la Construcción de la CNT. Allí también tenía su sede el Comité Regional y la Federación Local de Sindicatos. Este antiguo caserón ya había albergado, antes de la instalación de la CNT en 1914, a distintas sociedades obreras.
Justo delante, y ocupando casi toda una manzana, se encontraba el imponente edificio de la patronal desde donde se dirigía la política de explotación de los trabajadores y donde se habían urdido mil y un complots para incriminar a la CNT o eliminar a algunos de sus militantes más emblemáticos. Tantos años con aquella edificación enfrente, no podía pasar desapercibido en aquellos días revolucionarios de julio de 1936, una vez derrotados los militares y fascistas en las calles de Barcelona.

En la mañana del 23 de julio, desde aquel local de Mercaders, los militantes de CNT aunque cansados, con falta de sueño y sucios, deciden, casi espontáneamente, ocupar el local del Fomento del Trabajo Nacional, sede de la patronal catalana, que sólo se encuentra a unos pasos; también se decide ocupar al mismo tiempo el edificio colindante conocido como la Casa Cambó. Participaron conjuntamente el Comité Regional de CNT, el Comité Regional de la FAI, Comités de Juventudes Libertarias y de Mujeres Libres, es decir toda la representación del Movimiento Libertario. La ocasión no era para menos.
La ocupación no ofreció ningún contratiempo, los hombres de la patronal hacía ya horas que habían huido de la ciudad, prácticamente lo encontraron todo intacto, las oficinas, las salas y su magnífica biblioteca. Como dice García Oliver en sus memorias «fue una incautación expeditiva..., sin pago de alquileres ni de impuestos, mejor dicho, fue una expropiación sui generis. ..». Desde aquel momento los dos edificios se convirtieron en la sede del Comité Regional de la CNT y de la FAI hasta la caída de Barcelona en enero de 1939. Durante ese periodo el edificio fue conocido como la Casa CNT-FAI.
Ese mismo día por la tarde y en el salón de actos se celebró el famoso Pleno de Locales y Comarcales de CNT y de la FAI, donde se optó por la colaboración con las demás fuerzas políticas y sindicales en contra de la propuesta de García Oliver de «ir a por el todo». Todos los asistentes al Pleno tenían todavía el fusil cargado. Culminaban así años de luchas continuadas contra la explotación de la clase trabajadora y la lucha por una sociedad más justa e igualitaria. Huelgas, lock-outs, algunas barricadas y centenares de muertos, quedaban en el camino.

La CNT había sido fundada el 30 de octubre de 1910 en el Palacio de Bellas Artes de Barcelona y convocada por Solidaridad Obrera, que agrupaba desde 1907 a organizaciones obreras de la ciudad y posteriormente de toda Catalunya. La Semana Trágica hizo ver a los anarquistas la necesidad de tener una organización fuerte al nivel nacional, y ésta se inspiró en el sindicalismo revolucionario francés.
La CNT creció y se extendió rápidamente aunque muy pronto inició sucesivos ciclos de legalidad/clandestinidad, pero siempre demostró ser más fuerte que la represión, la que la llevó a arraigar entre la clase obrera. Entre 1917 y 1923 tuvo lugar en Barcelona la época del «pistolerismo»; la patronal catalana, con el asentimiento gubernamental, creó el Sindicato Libre con pistoleros pagados para atentar contra los hombres de la CNT. Las calles de la ciudad se llenaron de muertos y la CNT perdió a algunos de sus militantes más importantes: Salvador Seguí, Evelio Boal, etc. A pesar de ello la CNT siguió organizándose al nivel nacional a través de los Sindicatos Únicos de Industria.

En 1923 con la dictadura de Primo de Rivera se cierran los sindicatos y su diario Solidaridad Obrera es clausurado, se vuelve a la clandestinidad; serán años donde ya se perfilan claramente diversas tendencias en su seno que van desde el sindicalismo de Pestaña y Peiró al anarquismo revolucionario de García Oliver; esas diferencias provocarán más adelante una ruptura que durará varios años. A partir de 1931 y con la República, la CNT se convierte en el sindicato mayoritario. Se inician periodos insurreccionales como el de 1932 en el Alt Llobregat y revolucionarios como el de 1934 en Asturias. Las divergencias con la República hace que las cárceles también esta vez se llenen de presos cenetistas; en 1936 se vive una gran agitación social y política con atentados y huelgas. En mayo, la CNT celebra en Zaragoza su IV Congreso donde proclama el comunismo libertario.
¿Qué pasó en aquel Pleno del día 23 de julio para que los representantes de la CNT decidieran no llevar a cabo la revolución soñada? Seguramente no creyeron que fuera el momento oportuno. Pero las bases no lo pensaron así y se pusieron inmediatamente a colectivizar y socializar las empresas y el campo. Se vivió por un tiempo uno de los momentos más importantes en la historia de la ciudad y de la humanidad, y esto pasó aquí. La utopía soñada fue vivida y hecha realidad por un tiempo.
El 25 de enero de 1939, los camiones aparcados en las puertas de la Casa CNT - FAI, de la entonces denominada Via Durruti, no podían transportar a todos aquellos que querían huir, el drama estaba servido. Los que no pudieron salir del país sufrirían una cruel represión. Horas antes, y en la misma puerta, otros camiones con los archivos de la CNT y de la FAI circulaban ya camino de la frontera y del exilio en un largo recortido que recaló finalmente en Amsterdam, donde a día de hoy todavía no han vuelto.
Al día siguiente la patronal recuperaba su local y ese mismo día algunos militantes volvían a reunirse para reorganizar nuevamente la CNT en la clandestinidad.