lunes, 15 de septiembre de 2008

Martes 16 Septiembre. El toro de la vega. Tortura y masacre en honor a la Virgen. Una razón más para la apostasía

A pesar de la protestas en todo el estado español y también en el extranjero, año tras año, el segundo martes de septiembre y en honor a la Virgen de la Peña, en la localidad de Tordesillas (Valladolid), alancean un toro hasta la muerte.
El individuo que le da el lanzazo mortal es obsequiado con una insignia de oro y una lanza de hierro forjado, por gentileza del Ayuntamiento de Tordesillas.

Lejos de ser prohibido, este monumento al maltrato animal fué legitimado por la Junta de Castilla y León en el año 1.999. Existiendo una escuela de lanceros en el mismo Tordesillas, a la que también asisten niños.
Son muchas las asociaciones que luchan, denuncian y tienen campañas permanentes contra esta barbaridad.

Las fiestas mayores de Tordesillas se celebran la segunda semana de Septiembre. Se hacen en honor a Nuestra Señora la Virgen de la Peña, patrona de la Villa y Tierra de Tordesillas. El día más sangriento es el martes, cuando se corre el famoso "Toro de la Vega". Este tradicional espectáculo taurino viene celebrándose desde hace siglos. El Toro de la Vega es, además, la pervivencia de uno de los rituales taurinos más antiguos y únicos de España: El Alanceamiento del Toro, una suerte que era la estelar del torneo antes de la introducción de las corridas en el siglo XVIII. Para ello se pone mucho cuidado en escoger un buen ejemplar, de por lo menos 500 kilos de peso y varios años de edad que además haya procreado, y desde luego, tenga estampa.

toro de vega

Hacia las 11 de la mañana del martes, da comienzo el Toro de la Vega, tradicionalmente en la Plaza Mayor ( aunque actualmente se hace desde una calle cercana - la de San Antolín ). Desde allí va haciendo el recorrido tradicional por las calles de la villa hasta el puente. Atravesando el puente, el toro se enfrenta a su suerte. Al otro lado le esperan caballistas y peones provistos de lanzas que no pararán hasta matarle a través de un espacio acotado de la amplia vega que se extiende al otro lado del río. Este Torneo se rige actualmente por unas normas establecidas por el Ayuntamiento de Tordesillas, que básicamente consisten en la prohibición de intentar abatir el toro hasta que no llega a una zona delimitada a tal efecto y la total prohibición del uso de cualquier vehículo a motor en la zona del Torneo.

El mozo que haya conseguido darle al lanzazo mortal tiene el derecho de arrancar los testículos al toro y mostrarlos orgulloso en el extremo de su pica.(Desde hace varios años, esto último no se permite, aunque algunos bestias lo intenten). El Ayuntamiento otorga al ganador una insignia de oro y le obsequia con una lanza de hierro forjado.




"Cada año, en Septiembre este pasado, se perpetró, un año más, una de las mayores bestialidades del reino de España: el Toro de la Vega de Tordesillas. Es una de esas salvajadas repetitivas a la que los energúmenos llaman pomposamente "tradiciones", otorgando a la palabra un carácter sacrosanto. Pero el circo romano también fue una tradición centenaria en nuestro país, y desde luego ha sido de lo más tradicional, durante siglos, el poner a los "herejes" en la picota. Sólo que, por fortuna, la sociedad ha superado esa barbarie.



Sin embargo, y para nuestra vergüenza, todavía existe el Toro de la Vega , una "fiesta" consistente en que más de cien lanceros acosan al animal por el campo dándole lanzazos, hasta que el pobre bicho, chorreando sangre, acribillado, con la carne hecha piltrafas por las puñaladas presurosas, se derrumba sin fuerza, momento en que se supone le dan la puntilla y le cortan los testículos. Esto último, a menudo, cuando aún está con vida, como han asegurado testigos presenciales. Es una tortura lenta, vociferante y tumultuosa, una sádica diversión de matarifes. Y a este horror sin nombre llevan a los niños para que aprendan.



Esta indecencia lleva celebrándose unos tres siglos, aunque fue prohibido varios años, pero lo más inconcebible es que era ilegal hasta que la Junta de Castilla y León la legitimó en 1999. Lo cual ya me parece el colmo del reaccionarismo y la burricie política. La Asociación Nacional para el Bienestar Animal ha pedido al menos la "humanización de la fiesta", y ha entregado como prueba un documento en el que el Ayuntamiento de Tordesillas solicitaba que se permitiera el Toro de la Vega, prometiendo que la humanizarían y que y que no herirían ni golpearían al toro de ningún modo. Luego ellos mismos han admitido que la tradición no exige el alanceamiento del animal. Por otra parte, no hay tradición que valga frente a una crueldad tan monstruosa que contraviene toda la legislación vigente (incluido el reglamento taurino), además de la compasión y cordura. Pobre Toro de la Vega (y otros toros que como en Arcos de la Frontera, Coria, etc., corren la misma suerte) que huele a dolor y sangre en esta España tenebrosa e inmovilista".