El 14 de agosto de 2009, una decena de militantes de la Federación Local de Sindicatos de CNT-AIT Madrid nos hemos concentrado frente a un supermercado de la cadena DIA en el barrio de Lavapiés, en solidaridad con el delegado sindical de la CNT-AIT en el centro logístico que esta empresa tiene en Cádiz, recientemente despedido por no dejarse humillar, por organizarse y luchar contra la política laboral de DIA, por exigir el cumplimiento de los derechos que le corresponden como trabajador.
Hemos querido advertir a esta empresa, a la cual la CNT-AIT ha ganado varios conflictos recientemente, de una cosa: su represión sindical no va a quedar impune, pues a diferencia de otras centrales sindicales, maniatadas por las subvenciones del gobierno, en la nuestra se practica la solidaridad obrera, se sale a la calle para que no queden en silencio los abusos de la patronal y para que se oigan bien alto nuestros anhelos revolucionarios.
También hemos querido enviar un mensaje de ánimo a nuestro compañero despedido y explicar a quienes nos escuchaban que podemos organizarnos y luchar por un mundo justo, si damos la espalda a la patronal, al gobierno y a los sindicatos amarillos.
Sabemos que, al menos, este piquete habrá servido para que, durante las dos horas que ha durado nuestro llamamiento al boicot, el supermercado en cuestión permaneciera vacío.
Si nuestro compañero no es readmitido inmediatamente, seguiremos en pie de guerra contra esta empresa, denunciando su política laboral allí donde tenga un supermercado, como hemos hecho - y seguimos haciendo - frente a empresas del sector como Ahorramás, Mercadona o Carrefour. Esta empresa decide cuánto quiere prolongar su pulso con la CNT; nosotros/as estamos convencidos de que, antes o después, impondremos nuestras reivindicaciones.
Hemos querido advertir a esta empresa, a la cual la CNT-AIT ha ganado varios conflictos recientemente, de una cosa: su represión sindical no va a quedar impune, pues a diferencia de otras centrales sindicales, maniatadas por las subvenciones del gobierno, en la nuestra se practica la solidaridad obrera, se sale a la calle para que no queden en silencio los abusos de la patronal y para que se oigan bien alto nuestros anhelos revolucionarios.
También hemos querido enviar un mensaje de ánimo a nuestro compañero despedido y explicar a quienes nos escuchaban que podemos organizarnos y luchar por un mundo justo, si damos la espalda a la patronal, al gobierno y a los sindicatos amarillos.
Sabemos que, al menos, este piquete habrá servido para que, durante las dos horas que ha durado nuestro llamamiento al boicot, el supermercado en cuestión permaneciera vacío.
Si nuestro compañero no es readmitido inmediatamente, seguiremos en pie de guerra contra esta empresa, denunciando su política laboral allí donde tenga un supermercado, como hemos hecho - y seguimos haciendo - frente a empresas del sector como Ahorramás, Mercadona o Carrefour. Esta empresa decide cuánto quiere prolongar su pulso con la CNT; nosotros/as estamos convencidos de que, antes o después, impondremos nuestras reivindicaciones.