El Ministerio de Trabajo ultima su propuesta de reforma del sistema de pensiones, que estudiará el Consejo de Ministros del próximo viernes. El Gobierno remitirá estas propuestas a la Comisión de Seguimiento del Pacto de Toledo, donde están representados todos los grupos parlamentarios, y que será quién tendrá la última palabra sobre la reforma. Una de las propuestas del Ejecutivo es elevar de manera gradual, de 15 a 20 años, el periodo que se utiliza para calcular la cuantía de las pensiones. Se trataría de que a partir de 2011 se fuera sumando un año cada ejercicio hasta completar los 20 en 2015. Es decir, para calcular la pensión de un trabajador que se jubile el próximo año se tendrían en cuenta los últimos 16 cotizados, en lugar de los 15 actuales. El Pacto de Toledo firmado por todos los grupos parlamentarios en 1995 ya establecía que había que aproximar paulatinamente el periodo de cálculo a toda la vida laboral. De hecho durante los ocho años de Gobierno del PP se amplió de ocho a quince años este periodo, que es el que en estos momentos se aplica. Ampliar este periodo se traduce en una menor cuantía de las prestaciones. Los defensores de ampliar este periodo, entre los que se encuentra el principal partido de la oposición, ¡¡ Cómo no !! argumentan, sin embargo, que es mucho más justo tener en cuenta el máximo de vida laboral posible. El Ministerio de Trabajo propondrá que se estudien medidas para incentivar el retraso de la edad efectiva de jubilación, ahora situada en el entorno de los 63 años; así como otras que penalicen el uso de prejubilaciones, que deberían limitarse a casos muy concretos y específicos de problemas empresariales. Estas medidas contarían con el apoyo del principal partido de la oposición que es partidario de hacer todo tipo de esfuerzos, incluso fiscales,para fomentar la prolongación voluntaria de la vida laboral. El PP también exigirá la dotación del fondo de reserva de las pensiones, al que el Estado debe más de 8.000 millones de euros.