El museo del antiguo campo de exterminio nazi de Sobibor, en el Este de Polonia, donde durante la II Guerra Mundial fueron asesinados más de 250.000 personas, se ha visto obligado a cerrar por falta de fondos para mantener las instalación.
"Se trata de uno de los cementerios más grandes de Europa, para muchas personas un lugar sagrado que, sin embargo ahora tiene que cerrar sus puertas", lamentó hoy uno de los responsables del museo, quien reconoció que "sin dinero" no se puede funcionar.
El museo precisa de alrededor de 250.000 € anuales para asegurar su superviviencia, aunque para este año se ha asignado menos de la mitad.
El antiguo campo de exterminio depende de las autoridades locales, aunque a partir de 2012 está previsto que pase a la competencia del Ministerio de Cultura polaco, desde donde se ha asegurado que se apoyará económicamente el funcionamiento del memorial que hoy ocupa las instalaciones.
"Debido a la difícil situación financiera se han visto obligados a restringir las actividades del museo", reconoció el presidente del municipio de Wlodawie, en la zona fronteriza con Ucrania y Bielorrusia, donde se ubica el campo de exterminio.
Recientemente los responsables del memorial del campo de concentración de Auschwitz, también en Polonia, lanzaron una campaña internacional para recaudar fondos que permitan el mantenimiento de las instalaciones, en peligro por el paso del tiempo y la falta de recursos.
Desde el museo de Auschwitz se ha insistido en numerosas ocasiones en la importancia de preservar los antiguos campos de exterminio nazis para mantener viva la documentación del genocidio cometido durante la II Guerra Mundial.
"Se trata de uno de los cementerios más grandes de Europa, para muchas personas un lugar sagrado que, sin embargo ahora tiene que cerrar sus puertas", lamentó hoy uno de los responsables del museo, quien reconoció que "sin dinero" no se puede funcionar.
El museo precisa de alrededor de 250.000 € anuales para asegurar su superviviencia, aunque para este año se ha asignado menos de la mitad.
El antiguo campo de exterminio depende de las autoridades locales, aunque a partir de 2012 está previsto que pase a la competencia del Ministerio de Cultura polaco, desde donde se ha asegurado que se apoyará económicamente el funcionamiento del memorial que hoy ocupa las instalaciones.
"Debido a la difícil situación financiera se han visto obligados a restringir las actividades del museo", reconoció el presidente del municipio de Wlodawie, en la zona fronteriza con Ucrania y Bielorrusia, donde se ubica el campo de exterminio.
Recientemente los responsables del memorial del campo de concentración de Auschwitz, también en Polonia, lanzaron una campaña internacional para recaudar fondos que permitan el mantenimiento de las instalaciones, en peligro por el paso del tiempo y la falta de recursos.
Desde el museo de Auschwitz se ha insistido en numerosas ocasiones en la importancia de preservar los antiguos campos de exterminio nazis para mantener viva la documentación del genocidio cometido durante la II Guerra Mundial.