Nuestra compañera, Chus Vila cumple hoy 14 días sin comer. Protesta así porque está sin trabajo ni techo. El pasado jueves, Xabi Omaña se sumó a la huelga de hambre indefinida. A modo simbólico, miembros de la plataforma de apoyo de Chus y Xabi les acompañarán en jornadas de ayuno temporal.
Es un hecho: se sumarán más personas a la huelga de hambre que desde el pasado martes 7 de agosto lleva a cabo Chus Vila enfrente de la Delegación del Gobierno en Fuerteventura. La plataforma de apoyo a Chus acordó, en una asamblea a la que asistieron unas 50 personas, que sus miembros la acompañarán en jornadas de ayuno temporal de entre 24 y 48 horas. La idea es que estén con ella y con Xabi Omaña (este último se sumó el pasado jueves a la huelga de hambre indefinida) dos o tres personas y se vayan turnando.
A veces le fallan las fuerzas y tiene momentos de bajona, pero Chus se encuentra animada y siempre acompañada. Oficialmente la huelga de hambre la empezó el martes de la semana pasada, pero sin probar bocado lleva desde el sábado 4 de agosto; asegura que dejó de comer unos días antes de comenzar la protesta para habituar su organismo y ver cómo reaccionaba. Por tanto, Chus se mantiene desde hace 13 jornadas solo a base de agua, limón y azúcar. Cada dos o tres días pasa alguien de la Cruz Roja para ver cómo está. Quienes no han pasado son los políticos ni personal de servicios sociales de las administraciones. «Están deshumanizados, para ellos no somos personas, solo somos votos y se acuerdan de nosotros cada cuatro años. Ni siquiera han tenido el talante de venir a preguntar cómo estoy».
Chus Vila rechaza los recortes del Gobierno de España, pero su intención es «sensibilizar a la clase política de la isla». «Creo que a nivel insular también se pueden hacer cosas que contrarresten los efectos negativos de las políticas estatales».
Reivindicaciones. Chus Vila se puso en huelga de hambre en señal de protesta porque no tiene trabajo ni techo; actualmente se encuentra en una situación límite y considera que en general los políticos no están haciendo nada para ayudar a millones de personas que están en su misma situación en España.
