Shakira
G. N., de 6 años, fue víctima del desalojo forzoso de la vivienda de
sus abuelos en el poblado de Puerta de Hierro, en Madrid, el pasado 17
de julio. No era el primero que sufría. El 19 de enero de 2011, la casa
en la que residía con sus padres y hermanos fue demolida, según versión
de los pobladores, por una orden judicial dirigida contra una tercera
persona. Los funcionarios del Ayuntamiento, junto con un operativo
policial, se personaron en la vivienda a las 4:30 de la madrugada, sin
dar tiempo a la familia a recoger ni siquiera la ropa, zapatos y
juguetes de los niños. Ante la falta de alojamiento alternativo
adecuado, la familia se refugió en la casa de los abuelos que fue
también demolida. Ahora se encuentran nuevamente sin hogar.
El
caso de Shakira ilustra el grado de desprotección al que han sido
expuestas las familias que residían en el poblado de Puerta de Hierro,
aunque su situación es especialmente urgente, ya que se le ha
diagnosticado un tumor cerebral de pronóstico muy grave. El hecho de no
contar con una vivienda expone a esta niña a dormir a la intemperie o en
una furgoneta, mientras está siendo sometida a pruebas médicas y
recibiendo tratamiento.
Los
últimos desalojos forzosos llevados a cabo el pasado 17 de julio no han
hecho mas que incrementar la ya dramática situación de las 300
personas, 70 de ellas menores, que siguen permaneciendo en el poblado
ante la falta de un alojamiento alternativo adecuado.
Consecuencias de los desalojos de viviendas sobre los niños y niñas
Los
desalojos tienen consecuencias devastadoras para las personas. A causa
del primer derribo, Shakira comenzó a padecer de ansiedad y nerviosismo,
al igual que muchos menores que han sufrido desalojos forzosos.
El
Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas
ha reiterado a España que los desalojos deben respetar los estándares
internacionales de derechos humanos. El Ayuntamiento de Madrid no los ha
respetado. Las familias no han recibido información, ni han sido
consultadas. A la mayoría de ellas se les niega un realojo y el ofrecido
a unas pocas no cumple con las normas internacionales de vivienda
adecuada, ya que ha separado a familias. Así, personas mayores y
dependientes se verían expuestas a no contar con sus familiares de
apoyo.
Ante
la gravedad de los hechos, Amnistía Internacional se ha puesto en
contacto con las autoridades municipales. Sin embargo, hasta la fecha no
ha recibido una respuesta satisfactoria. La organización de derechos
humanos ya había emprendido una acción en internet pidiendo al
Ayuntamiento de Madrid que cumpliera con la obligación de proporcionar
un alojamiento alternativo adecuado a las familias del poblado de Puerta
de Hierro, ciberacción que ahora ha relanzado ante la urgencia del caso
de Shakira.