El 14 de marzo de 1920, nacía en Barcelona, Diego Franco Cazorla. Hijo de una humilde familia que vivía en el barrio de la Torrassa de Hospitalet de Llobregat, fue el tercero de cinco hermanos y sólo hizo los estudios primarios. A partir de 1932 compaginó su trabajo de aprendiz de tornero de carpintería con la asistencia a las clases nocturnas de la Escuela Racionalista que regentaba el anarquista Severino Campos Campos y su compañera Igualdad Ocaña Sánchez.
A la edad de 13 años se afilia a las Juventudes Libertarias de la Torrassa y toma parte en las tertulias de los militantes anarquistas de Hostafrancs. En 1934, participa como orador en su primer mitin, de afirmación anarquista organizado por ladrilleros de la Torrassa. Desde 1935 forma parte, con Vicente Rodríguez García, Ramón Monterde y otros, de la Federación Estudiantil de Conciencias Libres, de la que surgió la iniciativa de crear una Universidad Popular.
Participó activamente en las luchas de la calle para sofocar el levantamiento fascista de julio de 1936, especialmente en el asalto del cuartel de Pedralbes. Después marcha al frente de Aragón como miliciano de la Columna "Roja y Negra", donde ejerció tareas propagandísticas. Después de luchar en el frente de Huesca, participa en la organización de las colectivizaciones aragonesas. En esta época destaca como orador y colabora en las publicaciones Acracia, Frente y Retaguardia, Boletín Ateneo de Santos, ESFUERZO y Ruta.
Unido al grupo de las Juventudes Libertarias contrarias al colaboracionismo gubernamental, ingresa, con José Peirats Valls, en el grupo "Los Irreductibles", adscrito a la Federación Anarquista Ibérica. El 14 de febrero de 1937, representando a las Juventudes Libertarias del Frente de Aragón, habla con Fidel Miró, Alfredo Martínez Hung, José Grunfeld y otros, en el grandioso mitin del Frente de la Juventud celebrado en la barcelonesa plaza de Cataluña.
En mayo de 1937, asiste al Congreso de la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias, que se celebra en Barcelona. a lo largo de este año participa en diversos mítines, con Ramón Liarte, Santana Calero y otros, en Barcelona y ocupa la Secretaría de Cultura y Propaganda del Comité Regional de Cataluña y Baleares de la FIJL. También publica, con otros, el folleto Voces juveniles. Interpretación ácrata de Nuestra revolución.
A principios de 1938, asiste como delegado del Comité Regional en el Congreso Peninsular de la FIJL celebrado en el Teatro de la Metalúrgica de Valencia. Con el triunfo franquista, cruza los Pirineos y, haciéndose pasar por vasco, fue voluntariamente al campo de concentración de Gurs para preparar, con otros compañeros, la lucha clandestina en la Península. Durante la II Guerra Mundial apoyó a grupos de la Resistencia francesa y al terminar el conflicto ayudó a la reconstrucción del Movimiento Libertario Español , siempre reivindicando las posiciones anticolaboracionistas. En estos años se gana la vida como puede (ejerciendo de campesino, carpintero, oficinista, enfermero, etc.).
El 22 de marzo de 1944 asiste al clandestino Pleno de Muret y en octubre de ese año al Congreso de Toulouse, además del I Congreso de la MLE celebrado en París en mayo de 1945. En este último año, participa en mítines en San Etiève y en Carcasona y publica en París una recopilación de su obra poética bajo el título consejos y poesías. Pronto se integra en grupos de acción antifranquistas en el interior de la Península, y cruza repetidamente la frontera pirenaica en misiones orgánicas y de propaganda.
En 1946 pasa los Pirineos con Raúl Carballeira Lacunza con el encargo de relanzar las Juventudes Libertarias en el interior y de editar su órgano de prensa clandestino Ruta . En julio de 1946, en una nueva misión, es detenido por la Guardia Civil con Antonio López Montes en la estación de Irún cuando intentaba pasar clandestinamente a España. Llevaban gran cantidad de propaganda, un aparato transmisor-receptor TSH y 30.000 pesetas. Tras ser torturados durante meses en el cuartel de Ondarreta, fueron juzgados en consejo de guerra en el cuartel de Loyola de San Sebastián, son condenados a muerte el 21 de abril de 1947. Ambos debían ser ejecutados oficialmente el 30 de abril, pero durante la noche del 21 al 22 de abril fueron llevados en camión a un campo abierto de Pasaia (Guipúzcoa) y fusilados por un pelotón de falangistas.
