viernes, 24 de abril de 2015

CNT-AIT, Guadix: Reacciona nº 2

Ya está disponible una nueva publicación de Reacciona por l@s compañer@s de Guadix, para leer:
Del mismo número extraemos el siguiente artículo:

CACIQUISMO

La extensión de la sumisión feudal bajo un actual aspecto “democrático” (Entiéndase democracia como aquel sistema en el cual el gobierno del pueblo lo ejercen aquellas personas “elegidas” por éste, un sistema donde las personas que lo viven no deciden sobre muchos aspectos de sus vidas, sino que delegan estás decisiones voluntaria o involuntariamente en una élite política, justificando y perpetuando así una jerarquía social con sus desigualdades, explotaciones y abusos). En esta comarca, como en multitud de lugares y épocas del mundo, existe un factor atenuante a la hora de luchar por unas condiciones laborales dignas que permitan una evolución revolucionaria de la sociedad: el caciquismo, la antítesis de la libertad. No es raro encontrarse en una situación en la que expresar una opinión contraria a la de quien acapara una gran cantidad de puestos de trabajo, dinero, contactos, posesiones o cualquier otro formato del poder material, puede cerrarnos las puertas de todos o muchos de los trabajos a los que podríamos optar por aptitud o vocación, como siempre, la mejor manera de enterrar genios potenciales. 

No es raro tampoco que desde el Ayuntamiento se otorguen cargos y empleos “a dedo”, se lleven a cabo obras públicas mediante la contratación de empresas de amig@s o familiares de ediles y concejal@s, o se arregle el pueblo mediante talleres de empleo o brigadas de empleo público justo antes de unas elecciones a cambio de votos, pactos explícitos que bien podrían tacharse de soborno o extorsión. 

Como tampoco está fuera de lugar que curas, monjas, militares o guardias civiles acompañen a la élite política local durante las fiestas patronales. Bien, pues en todas estas relaciones de poder quienes toman las decisiones son caciques, y lo que favorecen con éstas, es la dependencia de l@s obrer@s hacia ell@s, el clientelismo entre clases sociales de tipo vertical descendente, y conservar intacta la jerarquía que se instauró durante cuarenta años de dictadura fascista y los casi cuarenta de democracia y corrupción que han seguido, en caso de las instituciones católicas todo esto lleva sucediendo más de mil años. 

Es por eso que se hace necesario tomar consciencia del potencial que tienen las pequeñas propiedades, obradores e industrias, las herramientas, las artes y las habilidades de l@s obrer@s si se ponen en común y se trabajan de forma cooperativa, y más aún si se colectivizan aquellos recursos que perecen lentamente en manos de caciques y terratenientes mientras est@s no les dan un uso más allá de la especulación. Para no depender del partido que gobierne para trabajar, para no mendigar en la iglesia un favor detrás de otro, para no emigrar más por motivos económicos o de falta de libertad, para no ser cómplices del robo de los recursos públicos que subvencionan campañas esperpénticas . . . para auto gestionar nuestras vidas, nuestro ocio y los recursos naturales, para no trabajar catorce horas diarias únicamente tres meses al año, ocho horas a cambio de seiscientos euros, o simplemente ser esclav@s de un empleo sin contrato, de un negocio sin ganancias o de un silencio temeroso a cambio de poder seguir pagando hipoteca, agua, luz y comida . . .

 “... y que bueno sería si trabajásemos las tierras todxs junt@s, sin am@s ni patron@s, y con los beneficios no comprásemos lujosas alhajas, sino que apoyásemos honrados proyectos locales, y entre tod@s acompañásemos al medio natural que nos da la vida en su regeneración...”