El mercado farmacéutico mueve unos 200.000 millones de dólares al año. Una cantidad superior a las ganancias que brindan la venta de armas o las telecomunicaciones. Por cada dólar invertido en la fabricación de un medicamento se obtienen mil en el mercado.
Las multinacionales farmacéuticas saben que se mueven en un terreno de juego seguro: si alguien necesita una medicina, no va a escatimar dinero para comprarla. Este mercado, además, es uno de los más monopolizados del planeta, ya que sólo 25 corporaciones copan el 50 por ciento del total de ventas.
De ellas, las seis principales compañías del sector -Bayer, Novartis, Merck, Pfizer, Roche y Glaxo- suman anualmente miles de millones de dólares de ganancias. Hay que destacar, además, que todos los grandes grupos farmacéuticos son también potencias de las industrias química, biotecnológica o agroquímica.
Lo que han sido, son y serán: verdaderos canallas
La compañía Pfizer ocultó en 2015 que uno de sus fármacos podía prevenir el alzhéimer para evitar así tener que sufragar un costoso ensayo clínico que confirmara esta investigación.
Así lo recoge el diario estadounidense 'The Washington Post' en una información en la que detalla las supuestas maniobras de la farmacéutica. Según explica, un equipo de investigadores de la compañía descubrió en 2015 que uno de los fármacos estrella de la empresa, Enbrel, un potente antiinflamatorio indicado para tratar la artritis reumatoide, reducía el riesgo de alzhéimer en un 64%. Los investigadores lograron realizar tal hallazgo tras analizar cientos de miles de reclamaciones del seguro.
Pues bien, la compañía farmacéutica, en lugar de profundizar en el hallazgo sobre el alzhéimer, declinó seguir adelante con la investigación. No en vano, según añade el diario, comprobar ese efecto en humanos suponía un costoso ensayo clínico estimado en 80 millones de dólares. Pfizer optó, tras años de debates internos, por no seguir investigando y por no hacer pública la información.
La empresa ha confirmado este hecho y ha argumentado que tomó la decisión basándose en sus «rigurosos estándares científicos» porque, según señalaron, no había certeza de que el Enbrel podía prevenir el alzhéimer porque este fármaco no actúa directamente sobre el cerebro.
El 'The Washington Post' asegura además que los investigadores de Pfizer instaron a la dirección a impulsar ese ensayo clínico y probar el fármaco en miles de pacientes para determinar si lo que mostraban los indicios era real. «Enbrel podría prevenir, tratar y retardar la evolución del alzhéimer», señalaban los investigadores en un documento interno al que ha tenido acceso el 'Post' y que fue presentado a un comité de la empresa en febrero del 2018. Lo que han sido, son y serán: verdaderos canallas.
El 'The Washington Post' asegura además que los investigadores de Pfizer instaron a la dirección a impulsar ese ensayo clínico y probar el fármaco en miles de pacientes para determinar si lo que mostraban los indicios era real. «Enbrel podría prevenir, tratar y retardar la evolución del alzhéimer», señalaban los investigadores en un documento interno al que ha tenido acceso el 'Post' y que fue presentado a un comité de la empresa en febrero del 2018. Lo que han sido, son y serán: verdaderos canallas.